Luego de dos años sin un estreno en cines debido a la pandemia de covid-19, por fin llega hoy a salas la nueva oferta de Marvel Studios, Black Widow. La vigésima cuarta entrega del universo cinematográfico de Marvel sirve de precuela y ve a la súper espía de los Avengers, Natasha Romanov, huyendo de las autoridades tras los eventos de Captain America: Civil War (2016). La cinta es dirigida por Cate Shortland y protagonizada por Scarlett Johansson, Florence Pugh, David Harbour y Rachel Weisz.
Once años después de que el popular personaje debutó en Iron Man 2, Black Widow por fin protagoniza su propia película. Y, aunque muy merecido, el resultado final resulta mixto. No cabe duda de que la cinta apelará a los fans hambrientos por algo nuevo de Marvel en cines, pero hay varios desaciertos que juegan en su contra.
Ahora, la película se encuentra en su mejor momento cada vez que aparece una emocionante secuencia de acción. Ya sea Natasha batallando mano a mano contra el villano Taskmaster o una persecución entre los héroes y villanos a bordo de motoras y vehículos, Black Widow sí entretiene. Y esto se debe mayormente a la visión y ejecución de su directora a la hora de montar un genial “action beat” a gran escala.
Otro acierto del filme es la relación entre las hermanas Natasha (Johansson) y Yelena (Pugh), que sirve como corazón de la historia. El desempeño de ambas actrices es excelente a la hora de venderle al espectador una relación compleja y con bastante peso emocional. En adición, es Pugh (Midsommar) quien verdaderamente logra una gran impresión y se roba la película. Su personaje hace clic instantáneamente con el público gracias a su actitud ingeniosa, rebelde y sarcástica. Si algo claramente nos ofrece Black Widow, es una nueva estrella para este universo con la llegada de Yelena.
Lamentablemente no todo lo que Black Widow ofrece termina funcionando. Y uno de los problemas más grandes del filme es que al final del día se siente como una nota al calce para Natasha Romanov. Al ya saber lo que ocurre con el personaje principal tras los eventos de Avengers: Endgame, la cinta sufre de falta de riesgos o tensión. Y aunque sí añade a expandir un poco el trasfondo del personaje, la verdad es que es insignificante comparado a todo lo demás que anda pasando en el MCU actualmente (WandaVision, Falcon and the Winter Soldier, Loki). En adición, la cinta se siente que pertenece a la fase uno del MCU en su ejecución e historia, confirmando que definitivamente llega muy tarde a nosotros (en desarrollo desde 2004).
Otro gran desacierto son los villanos en el camino de Natasha. Por ejemplo, su némesis principal, Taskmaster, lamentablemente deja mucho que desear a la hora de cómo es utilizado en el gran esquema de todo. Su genial habilidad de poder imitar las destrezas de combate de cualquier persona lamentablemente es desperdiciada. Otro villano no memorable resulta ser Dreykov (Ray Winstone). El personaje a cargo de la infame Habitación Roja, resulta genérico y uno más del montón.
En fin, Black Widow realmente no justifica su existencia por completo, pero sí logra entretener gracias a sus secuencias de acción y la relación fracturada entre las hermanas espías. Aunque no añade mucho al MCU actual, los fans saldrán bastante satisfechos por la oportunidad de disfrutar de una nueva aventura de Marvel en cines.
Black Widow también estará disponible en Disney+ Premier Access desde mañana viernes, 9 de julio.