La maldición de las adaptaciones de videojuegos al cine y televisión por fin llega a su fin con la nueva serie, The Last of Us, que estrena este próximo domingo en HBO y HBO Max. Basada en el popular y exitoso videojuego del mismo nombre de 2013, la serie live-action cuenta la historia de Joel (Pedro Pascal), un contrabandista que es encargado de escoltar a una adolescente Ellie (Bella Ramsey) a través de un Estados Unidos postapocalíptico. Creada por Craig Mazin (Chernobyl) y Neil Druckmann (escritor y director del videojuego original), la primera temporada del drama de horror, suspenso y acción consiste de nueve episodios.

The Last of Us, no tan solo resulta en una excelente serie de pies a cabeza, sino que también en la mejor adaptación de videojuegos que he visto. Una que no tan solo satisfacerá a la audiencia que jugó el videojuego original, sino que también entretendrá y se ganará la atención de la audiencia que nunca lo jugó o que no sabía nada de la franquicia previo a sentarse a verla. En fin, HBO tiene en sus manos su próximo hit.

Uno de los grandes aciertos de la serie es que resulta en una adaptación muy fiel al videojuego. Cubriendo los eventos del primer videojuego, que a su vez ofreció entre 15-22 horas de juego, esta adaptación live-action logra llevar al espectador efectivamente a través de aquella misma historia en aproximadamente 9 a 10 horas. La serie nos entrega momentos icónicos del juego, mientras que, al mismo tiempo, logra honrar la esencia de la experiencia de jugar el videojuego, de los personajes y los temas explorados. Desde secuencias de acción y líneas de diálogo recreadas, hasta locales memorables y la exquisita música del argentino Gustavo Santaolalla (compositor del videojuego), la mega producción de The Last of Us no escatima en los elementos que hicieron del videojuego original uno de los mejores de todos los tiempos.

Ahora, donde la serie brilla grandemente es en lo que le añade a todo esto. Los creadores decidieron aprovechar la oportunidad de darle más tiempo a varios personajes e ideas del juego original. Desde más información sobre el virus que acabó con la humanidad, hasta dedicarle más tiempo de desarrollo o trasfondo a personajes secundarios, la mayoría de estas decisiones son efectivas e incluso, elevan el material original a otro nivel. La serie se ve en su mejor momento cuando se desvía y nos regala estos detalles que expanden dicho mundo. Por ejemplo, el tercer episodio es una de las mejores horas de televisión en años recientes. El resultado de estos complementos es una adaptación que honra el material original y lo evoluciona para bien.

Por último, cabe mencionar las excelentes actuaciones de Pedro Pascal (The Mandalorian) y Bella Ramsey (Game of Thrones). Pascal es tan perfecto como Joel, el sobreviviente endurecido y atormentado por el trauma de su pasado, que logra mejorar el personaje original. Por su parte, Ramsey está genial como Ellie, aquella niña de 14 años llena de ira y desafío. Y, sin la increíble química entre ambos, la serie no funciona. No cabe duda de que fans que desconocían del icónico dúo pixelado, se encariñarán de la pareja live-action que Pascal y Ramsey nos regalan en pantalla.