Una de las franquicias más populares y exitosas en la historia del cine llega mañana a su conclusión con una de las películas más esperadas del año, Jurassic World Dominion. El blockbuster veraniego aterriza en cines a casi 30 años del estreno del filme original de Steven Spielberg, Jurassic Park. Esta tercera parte de la trilogía moderna protagonizada por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, también sirve como la sexta entrega de la saga e incluye el regreso del elenco original compuesto por Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum.

Dirigida por Colin Trevorrow (Jurassic World), la secuela se sitúa cuatro años después de los eventos de Jurassic World: Fallen Kingdom, donde la Isla Nublar fue destruida por un volcán, y ahora los dinosaurios viven y cazan junto a los humanos alrededor del mundo. Sus 2 horas con 26 minutos de duración la convierten en la entrada más larga de la saga.

De manera similar a las películas anteriores, es imposible negar que Dominion, de una manera u otra, sí logra entretener. Ya sea por sus efectos visuales, secuencias de acción o por el simple hecho de pasar un rato con dinosaurios y varios personajes icónicos, la sexta entrada de la saga sí merece tu atención – especialmente si eres fan de la franquicia.

Entre los grandes atractivos de la cinta se encuentra el regreso de los protagonistas de la trilogía original, la Dra. Ellie Satler, Dr. Alan Grant y Dr. Ian Malcom. Tener a los actores Dern, Neill y Goldblum de regreso, sin duda eleva la historia gracias al peso emocional nostálgico. Ver a estos icónicos personajes del cine nuevamente juntos en la pantalla grande seguramente sacará una sonrisa incluso hasta al espectador más cínico. Los veteranos logran demostrar que su presencia, carisma y química aún sigue intacta después de tantos años.

En adición a esto, pasar tiempo nuevamente con múltiples diferentes tipos de dinosaurios, también es uno de los puntos sobresalientes de Dominion. Y, en esta ocasión, poder verlos rondando libremente sobre el planeta, es emocionante y entretenido. De los dinosaurios, sobresalen la participación de un therizinosaurus y un giganotosaurus. Las secuencias de acción, suspenso y horror que ambos dinosaurios protagonizan, son de las mejores del filme.

Ahora, el gran fallo de esta nueva secuela es su historia. Tirando más a un thriller corporativo de corrupción y ciencia ficción, Dominion mayormente deja a un lado a los dinosaurios, para así enfocarse en una historia humana sobre complicada que intenta llenar los espacios e interrogantes que han surgido a lo largo de la saga. Lamentablemente, muchas de esas respuestas resultan flojas y mucha de la exposición hiere el ritmo de una película que ya de por sí es muy larga en duración.

Y, en adición a todo esto, salvo la nostalgia que ayuda en algunas ocasiones y la banda sonora de Michael Giacchino, Dominion realmente carece de aquella magia y sentimiento de asombro que muchos sentimos cuando vimos dinosaurios en la pantalla grande con Jurassic Park en 1993. Dominion entretiene, pero se queda muy corta de lo que Spielberg logró con menos y hace casi tres décadas atrás.