El legado cinematográfico del icónico superhéroe Batman, puede ser identificado y hasta resumido por los diferentes actores que le han dado vida a través de los años. West. Keaton. Kilmer. Clooney. Bale. Affleck. Algunas épocas mejores que otras, pero todas, sin duda, lograron dejar su marca en el cine inspirado por superhéroes y cómics. Y, esta semana comienza una nueva era para el caballero oscuro, cuando el joven actor inglés Robert Pattinson (Good Time, Tenet) lo interprete en el nuevo filme The Batman del director Matt Reeves.
En esta ocasión, el drama de suspenso ve a Batman en su segundo año activo batallando contra el crimen y destapando la corrupción que existe de Ciudad Gótica, mientras persigue al Riddler, un asesino en serie que apunta a la élite de la ciudad y deja acertijos como pistas. La cinta cuenta con la participación de los actores Zoe Kravitz, Jeffrey Wright, Paul Dano, Andy Serkis, Colin Farrell y John Turturro.
The Batman, mi película más anticipada del año, no decepcionó. No tan solo es una de las mejores historias de Batman jamás contadas en la pantalla grande, sino que también posiblemente la mejor película jamás lograda del legendario héroe. Sí, así de buena es. Reeves no solo nos entrega la versión más oscura y tenebrosa de Batman y su mundo, sino la más íntima y desquiciada hasta el momento. El tono, uno de los grandes aciertos del filme, evoca filmes clásicos para adultos como Zodiac, Seven, Prisoners y Blade Runner, donde Ciudad Gótica resulta más violenta, melancólica, corrupta y tenebrosa que hasta la misma incluida en la trilogía de The Dark Knight de Christopher Nolan.
De la mano con el tono, tenemos el otro gran acierto de esta nueva iteración: su monumental enfoque en el lado detectivesco del héroe. A sus casi tres horas de duración, la cinta sigue a Batman, conocido como “el mejor detective del mundo” en los cómics, analizando escenas de crimen, investigando ciertas figuras del bajo mundo y trabajando junto al policía Jim Gordon (Jeffrey Wright) para tratar de descifrar los acertijos y pistas dejadas por un desquiciado asesino. La película nos ofrece una historia de Batman como nunca habíamos visto antes en la pantalla grande, en donde Batman ejerce su conocimiento y va puliendo sus destrezas como detective con cada paso que da. El resultado es sumamente satisfactorio, y es como ver una oscura y fiel novela gráfica de Batman, al estilo de Year One, Hush o The Long Halloween, desarrollarse frente a uno de manera audiovisual. Simplemente genial.
En cuestión de las actuaciones, Robert Pattinson logra buen trabajo como Batman/Bruce Wayne, dándonos un héroe obsesionado con arreglar todo, pero que lleva mucho coraje, dolor y duda sobre sus hombros. Incluso, su Batman aparece en pantalla por gran parte del filme – otro gran acierto. Mientras tanto Zoe Kravitz nos entrega una decente versión como Catwoman, y consigue buena química con Pattinson en una relación complicada, que comienza con cada uno utilizando al otro bajo la situación de la historia. Por otro lado, Paul Dano no decepciona como Riddler, dándonos uno de los villanos más memorables y escalofriantes de Batman en la pantalla grande. Ahora, quienes realmente sobresalen son Jeffrey Wright como el policía Gordon y Colin Farrell como el Pingüino. Cada uno brilla en sus respectivas interacciones con Batman, y ofrece un poco de humor dentro de lo que resulta ser una historia dura y bastante oscura.
Por último, cabe mencionar la excelente producción de la película. Desde la magnífica banda sonora de Michael Giacchino hasta la fenomenal fotografía de Greig Fraser, y desde el increíble diseño de sonido (batimóvil) hasta el trabajo de vestuarios y maquillaje (Pingüino), esta es la mejor producción jamás lograda para una película de Batman. Una producción de alto calibre en todos los ámbitos, y que su director supo utilizar magistralmente para contar su historia.
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