Entre tanta película blockbuster de superhéroes, secuelas y/o universos cinemáticos, de vez en cuando siempre se cuela un pequeño filme con el propósito de apelar al lado positivo y caluroso del ser humano. La nueva cinta de Sony Pictures y Affirm Films, ‘All Saints’, apuesta a esta dinámica. El largometraje está inspirado en la historia verdadera del vendedor de papel convertido en pastor Michael Spurlock, la pequeña iglesia que fue ordenado a cerrar, y de un grupo de refugiados de la República de la Unión de Myanmar. ‘All Saints’ nos presenta la manera en que el grupo arriesgó todo para sembrar semillas para un mejor futuro colectivo.
Lo bueno…
Lo primero que merece reconocimiento es la calidad del largometraje. Desde la decente dirección por Steve Gomer y el astuto guion de Steve Armour, hasta el trabajo de fotografía del salvadoreño Eduardo Enrique Mayén, ‘All Saints’ es una sólida producción de pies a cabeza.
El otro fuerte del filme recae en los hombros del actor John Burnett. Reconocido mayormente por sus memorables papeles en ‘Sex and the City’ y ‘My Big Fat Greek Wedding’, Burnett carga con facilidad los 108 minutos del filme. Su carisma y personalidad afable logran que el espectador se aferre a su personaje protagónico, el pastor Spurlock, y se mantengan interesados en su historia. Su química con el resto del elenco, en especial los actores Cara Buono y Nelson Lee, es creíble y contagiosa.
El mensaje que yace al centro de ‘All Saints’ es uno muy positivo y bonito. La cinta navega situaciones y temas como el amor de familia, el ser llamado a un deber, tener fe y el poder de la comunidad. Todos temas siempre universalmente relevantes a los tiempos que vivimos. Sin duda, uno de los fuertes grandes de la película.
Lo malo…
El usual problema con estos tipos de filmes dirigidos específicamente a un grupo (en este caso, cristianos evangélicos) es que por defecto pueden resultar en un “turn-off” para otras personas dentro de la audiencia genera. Aunque el director y compañía hacen buen trabajo en disimular su público objetivo, no hay manera de ignorar dicho elemento. La cinta sigue al pie de la letra la ecuación y tropas comunes que van con dicho subgénero.
Otro desacierto es el sobreuso de la banda sonora (dominado por piano) en momentos importantes de la historia. Claro, el propósito de la música usualmente es de elevar el sentimiento a un nivel mayor, pero su uso repetitivo y exagerado en dichos momentos claves, llegan a convertirse en algo demasiado cliché e irritante. El ejercicio casi empuja a ‘All Saints’ a caer en territorio de filme Hallmark de la semana.
En fin…
‘All Saints’ es una pequeña película bien hecha y con gran corazón. Decentemente dirigida y actuada, la cinta funciona como una pieza de reconocimiento e inspiración tanto para el creyente, como para el no creyente. Elevada sin duda por la actuación del carismático actor John Burnett, ‘All Saints’ termina siendo un pequeño punto brillante entre medio de tanto ruido en las salas del cine.
All Saints estrena hoy en cines de Puerto Rico.
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