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Ayer estrenó en cines la película animada de 20th Century Fox, Ice Age: Collision Course. Esta nueva secuela es la quinta entrega de la popular y lucrativa franquicia, que ya lleva más de una década entreteniendo familias alrededor del mundo. En esta ocasión, la obsesiva búsqueda de la ardilla prehistórica “Scrat” por su adorada bellota provoca que un inmenso asteroide se dirija hacia la Tierra, amenazando con acabar con la Edad de Hielo por completo. Ahora “Sid”, “Manny” y “Diego” intentan impedir esto junto al resto de la manada.

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Lo bueno…

Esta quinta entrega ofrece más de lo mismo. Unos visuales coloridos, un tremendo elenco proporcionando las voces y humor ligero. Igual que todos los filmes anteriores, esta secuela logra entretener gracias a estos elementos. Lamentablemente eso es todo.

Lo malo…

El problema más grande de Collision Course es su exceso en depender en los mismos chistes y/o situaciones que ya hemos visto anteriormente en las otras entregas. Por ejemplo, las escenas de la ardilla “Scrat” y su bellota ya entra en territorio irritable. Es un fallo que cada secuela ha ido dependiendo más y más de este “gag”. Lo mismo podemos decir de los personajes principales y secundarios, sus acciones y los locales en la cinta. La mayoría siguen iguales, sin evolucionar luego de cinco filmes. Para haber sobrevivido ya varias situaciones de “fin del mundo”, todo sigue igual. Demasiada repetición en todos los aspectos.

Y esto me lleva a otro gran problema del filme: el inmenso reparto que sigue creciendo con cada secuela. Sí, esto trae nuevos talentos a la franquicia, pero su gran consecuencia es que le quita tiempo a los personajes principales de los que nos enamoramos originalmente. Por ejemplo, la pareja de “Diego” (Denis Leary) y “Shira” (Jennifer Lopez) es relegada a pocas líneas y sin arco dentro de la historia. Por el otro lado, los personajes nuevos no son interesante, ni memorables.

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En fin…

Para los jovencitos o personas que jamás han visto una película de la franquicia, Ice Age: Collision Course puede funcionar como una opción chévere de entretenimiento olvidable de hora y media. Para el resto, la cinta es más de lo mismo. Los visuales, los personajes y locales siguen iguales, sin evolucionar. Los temas importantes, que en filmes anteriores fueron muy bien planteados, aquí son dados de codo, tocándose meramente de superficie. Y luego de cinco filmes, los mismos chistes y/o situaciones se siguen repitiendo constantemente. Comparada con otras películas animadas allá afuera al momento, Collision Course termina siendo un vago ejercicio en repetición. Lamentablemente más de lo mismo.

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