Basado en los primeros tres (3) episodios – disponibles ya en Apple TV+.
En la nueva comedia de época Palm Royale, la actriz y comediante Kristen Wiig (Bridesmaids, Wonder Woman 1984) interpreta a una forastera llamada Maxine Simmons, que busca a como dé lugar unirse al club turístico más exclusivo de Palm Beach en 1969, y así ser parte de la alta sociedad. Basada en la novela Mr. & Mrs. American Pie (2018), la nueva serie de Apple TV+ fue creada por Abe Sylvia. Consistiendo de diez (10) episodios, la producción también cuenta con las actuaciones de Laura Dern, Allison Janney, Leslie Bibb, Josh Lucas, Carol Burnett y el puertorriqueño Ricky Martin.
Luego de tener la oportunidad de ver los primeros tres (3) episodios, ¿qué tal está Palm Royale? Teniendo en cuenta que aún quedan mucho más episodios por ver, mi reacción inicial es mixta. La nueva serie tambalea entre una excelente producción de época con un fantástico reparto, y una historia central que realmente no ofrece mucha sustancia, y que tampoco provoca tantas risas del lado de la supuesta comedia que incluye. Palm Royale entretiene y decepciona al mismo tiempo, ya que resulta en una telenovela glamorosa.
Del saque, entre los aciertos se encuentra el lujoso diseño de producción, trabajo de vestuarios, maquillaje y peinados. Dichos departamentos transportan al espectador con facilidad a la época de los años 60 en Florida, para rozar codos con la clase élite del momento. Desde los detalles sobre las mismas prendas que las esposas llevan, hasta los vehículos que conducen y los extravagantes locales donde se mezclan, el trabajo de Jon Carlos (diseño de producción), Alix Friedberg (diseño de vestuarios), Ellen Reede (decoraciones de set) y Karen Bartek y compañia (maquillaje y peinados), no decepcionan.
Adicional a esto, la miniserie cuenta con un tremendo elenco, donde sobresalen Kirsten Wiig y nuestro propio Ricky Martin. Wiig hace buen trabajo de cargar con la historia emocional y física de la serie, empujando a su personaje de Max al máximo para lograr su meta y mantener su estatus. Esto incluye, una pizca de oscuridad y peligro al estado mental y comportamiento de su personaje. Mientras tanto, Martin, quien interpreta a Robert, el bartender y trabajador principal del prestigioso club, brilla en sus interacciones con Wiig y como la persona que conoce y guarda los secretos de todos los miembros envueltos en la historia. Martin trae carisma y presencia a la pantalla, en un papel que sin duda esconde mucho más y que veremos desarrollarse más en los próximos episodios por estrenar.
Ahora, donde Palm Royale primeramente se escocota es en su tono. En momentos la serie quiere ser flashy y divertida, pero en otros momentos desea ser seria y oscura. El intento está, pero la ejecución y resultado no dan en el clavo. En adición a esto, la mayoría de los personajes, incluyendo a la protagonista principal, realmente no son buenas personas. Incluso, podríamos decir que la mayoría son desagradables y que tratan a las demás personas de mala manera. Y esto causa que la audiencia quizás no pueda identificarse claramente con los personajes, y apoyarlos de una manera tradicional.
Por último, otro desacierto de la miniserie es su comedia. Luego de tres episodios, Palm Royale no me ha hecho reír o soltar una carcajada en ningún momento. Y, nuevamente, el intento ya sea físico, de diálogo o situacional, está ahí, pero el resultado es flojísimo. Osea, la serie es una comedia de época, pero por el momento, la comedia no ha dejado su marca o se ha hecho sentir.