Una gloriosa continuácion
The Godfather Part II, Star Wars: The Empires Strikes Back, The Dark Knight, The Lord of the Rings: The Two Towers, Aliens, Terminator 2: Judgement Day y Blade Runner 2049. Estas son algunas de las mejores segundas partes cinematográficas de todos los tiempos. Hoy, con su estreno en cines, Dune: Part Two se une a este prestigioso grupo selecto de secuelas. Dirigida, escrita y producida por el cineasta Denis Villeneuve, esta segunda entrega cuenta con las actuaciones de Timothée Chalamet, Zendaya, Florence Pugh, Austin Butler, Rebecca Ferguson, Javier Bardem, Josh Brolin y Christopher Walken.
Dune: Part Two toma lugar justo luego de los eventos de Dune: Part One (2021), y continúa la historia de Paul Atreides, quien ahora unido a Chani y los Fremen, busca su venganza sobre los conspiradores que destruyeron su familia, mientras intenta evitar un futuro que sólo él puede predecir. La cinta es una adaptación de la novela seminal de ciencia ficción y fantasía de 1965, Dune, escrita por Frank Herbert.
Dune: Part Two no tan solo es superior a su predecesora en todos los ámbitos posibles, sino que también deja claro que Villeneuve es uno de los mejores cineastas de nuestros tiempos modernos. Incluso, debido a los filmes que ya tiene bajo su correa (Arrival, Blade Runner 2049, Dune: Part One y Two), me atrevo a decir que actualmente es dueño y señor del género de la ciencia ficción. Similar a como lo hicieron las películas que mencioné abriendo esta crítica en su momento dado, Dune: Part Two hoy marca un instante importante dentro de la historia del séptimo arte. Uno, donde lo artístico y comercial se encuentran, donde la visión y lo escrito se juntan, y donde el pasado y el presente chocan para moldear el futuro del cine.
Uno de los principales aciertos de esta segunda entrega es el magnífico trabajo de los guionistas Jon Spaihts y Villeneuve. La obra literaria de Herbert siempre se ha considerado por muchos como inadaptable, pero este dúo logra capturar la esencia de la novela original y ser fiel a la intención principal de entregarnos una historia de advertencia a través de la figura mesiánica de Paul Atreides. Esta segunda parte nos da más tiempo de desarrollo con los personajes principales, y nos regala más detalles sobre dónde vienen y hacia dónde quieren ir. En esta cinta pasamos tiempo con ellos de una manera más íntima y llegamos a conocer sus preocupaciones y motivaciones. Aquí vemos cómo florece la relación entre Paul y Chani, y cómo esta historia de amor es el ancla emocional de otros temas explorados como el poder, la corrupción, la religión, la política, los falsos profetas, los seguidores ciegos, la manipulación de las masas, la colonización, la rebelión y el arma de doble filo que es la fe. Al mismo tiempo, la narrativa se torna mucho más ambiciosa, por lo que su alcance y escala incrementa enormemente. La visión de Villeneuve vacila en todo momento entre lo íntimo de las relaciones interpersonales y lo masivo del universo de Dune. Aquí conocemos más sobre la mitología de Dune, y aprendemos más detalles sobre la profecía del Lisan al Gaib y/o Kwisatz Haderach, los fremen, el gremio espacial, las grandes casas, la especia (melange), los gusanos de arena, la familia Harkonnen y el Emperador.
Otro aspecto sobresaliente de Dune: Part Two es la acción que incluye. Comparada a la anterior, esta entrega nos regala mucho más acción en la forma de múltiples secuencias que varían desde un emocionante combate mano a mano, hasta una épica batalla de guerra a gran escala entre dos ejércitos y su respectivo arsenal. La coreografía empleada en estas batallas es de lo mejor que he visto en años recientes. El lujo de detalle en el diseño de los vestuarios, naves, armas y diferentes locales es increíble. El trabajo de efectos visuales es aún más impresionante que el de la primera entrega, que en su momento ganó un premio Oscar en esta categoría. Y en adición a todo esto, la película nos regala una espectacular secuencia donde un personaje principal intenta montar un gusano de arena. ¡Imagínense!
Complementando la historia y acción se encuentra el fenomenal trabajo de fotografía y música. Nuevamente a cargo de Greig Fraser (The Batman), la cinematografía es una de ensueño. Filmada completamente en cámaras IMAX, Fraiser aprovecha por completo la capacidad del formato para deleitar a la audiencia con unas tomas hermosas y unas composiciones memorables. Un ejemplo de esto, es cuando la historia visita el planeta de la casa Harkonnen, Giedi Prime, donde su sol negro causa que todo color desaparezca y solo dominen el blanco y negro. Por su lado, el compositor Hans Zimmer toma lo que logró para la primera parte y lo eleva a otro nivel. Jugando más con instrumentos de viento (flauta) en esta ocasión, su banda sonora resulta trascendental. Evocando lo que el gran maestro John Williams hizo con Star Wars: Episode II – Attack of the Clones, donde creó un tema romántico para Anakin y Padme, pues aquí Zimmer hace algo similar para Paul y Chani. Su tema (A Time of Quiet Between the Storms), liderado por el veterano flautista venezolano Pedro Eustache y complementado por el sonido “synth” (a la Vangelis en Blade Runner), es uno para los libros. No me sorprendería que Zimmer, al igual que Fraser, nuevamente terminen ganando otro premio Oscar por su impecable trabajo aquí.
Para terminar, en cuestión de las actuaciones, todo el reparto hace excelente trabajo. Entre los actores que regresan, Timothée Chalamet y Zendaya sobresalen respectivamente. Chalamet da en el clavo a la hora de mostrar el conflicto interior que lleva entre lo que quiere y lo que sabe que debe hacer, mientras que Zendaya sin duda tiene mucho más tiempo en pantalla que en la primera entrega, y lo aprovecha en su totalidad. Aquí la actriz luce genial sirviendo como los ojos del espectador en la historia. Su personaje, Chani, es testigo del amor que crece entre Paul y ella, y al mismo tiempo del temor de un destino que posiblemente los distancie. Ahora, de los personajes nuevos, Austin Butler (Elvis) es quien se roba cada escena en la que participa. Cuando su personaje, el psicótico y cruel Feyd-Rautha Harkonnen entra a la historia como el total opuesto a la figura de Paul, la cinta recibe una sacudida de escalofríos y pavor. Butler logra adueñarse del personaje para entregarnos a uno de los villanos más memorables en años recientes.
En fin, mi película más anticipada del año, no decepcionó. Dune: Part Two es una obra maestra en todo su esplendor. Un logro cinematográfico para el cine de género y una victoria para el arte de la adaptación. Una segunda entrega que merece toda tu atención y definitivamente una visita a tu sala IMAX más cercana.
5/5 estrellas