Para la actriz cubana Ana de Armas, dar vida a Norma Jeane, conocida artísticamente como Marilyn Monroe (1926-1962), ha sido una de las experiencias artísticas tan retante como gratificante, en la película Blonde, que estrena hoy en Netflix.

En el drama biográfico dirigido por Andrew Dominik, De Armas ofrece una mirada al ícono de la cultura popular y estrella de Hollywood, como parte de la adaptación de la novela homónima de Joyce Coate Oates. La propuesta funciona como retrato ficticio de la modelo, actriz y cantante durante la década de 1950 y 1960. Es clasificada NC-17 debido a su contenido sexual.

La artista, oriunda de San Cruz del Norte, Cuba, protagonizó temprano en su carrera la serie El Internado por seis temporadas en España. Tras mudarse a Los Ángeles, se dio a conocer en Knock Knock, Hands of Stone y War Dogs. En 2017 encabezó junto a Ryan Gosling la secuela de ciencia ficción Blade Runner 2049.

Posteriormente, fue nominada a un Golden Globe como mejor actriz en una comedia o musical por su trabajo en la película de crimen y misterio de Ryan Johnson, Knives Out (2019). Mientras que el año pasado, interpretó a Paloma, una chica Bond en No Time To Die, última película de la era del actor Daniel Craig.

Este año, De Armas se vio en el thriller erótico Deep Water, junto a Ben Affleck y en la cinta de acción de los hermanos Russo, The Gray Man, junto a Ryan Gosling y Chris Evans. Próximamente, junto a Evans, estelariza la comedia romántica de acción y aventura Ghosted.

CineXpress tuvo la oportunidad de conversar con la actriz, sobre la que considera su interpretación más compleja hasta el momento.

¿Cuán importante era para ti honrar la esencia de Marilyn Monroe?

La responsabilidad en todo momento sentí que era enorme. Primeramente, porque pienso que Marilyn fue una gran actriz. En algunas de sus actuaciones, me parece una genio. La respeto muchísimo y creo que también era importante reflejar ese legado que ella dejó como actriz y ese amor de toda la gente, que la quiere y que son sus fans. Entonces, para mí esto era muy importante, como también era importante retratar la humanidad de esta mujer debajo de todas esas capas del personaje de Marilyn Monroe. Entonces, fue mucha presión, pero también fue un placer enorme. Fue una oportunidad que nunca pensé que iba a tener en mi vida. Y es una de las cosas más bonitas que he experimentado y hecho en mi carrera.

Mientras ibas creciendo, ¿cuán expuesta estuviste a la figura de Marilyn Monroe?

El otro día hablando con mi mamá, le decía a mamá, “¿en la televisión en Cuba tenemos que haber tenido películas de Marilyn?” y ella me decía “pero claro, las ponían los domingos en la tarde o por la noche”. Creo que las vi. Estoy segura de que las vi, pero no estaba consciente que ella era Marilyn Monroe, pues era muy pequeña. Entonces, no fue hasta que me mudé a España, que conscientemente me puse a ver más cine, y entonces fui mucho más consciente de ella, pero más sobre su carrera, de la imagen y de esa presencia en la pantalla que tenemos de ella como persona.

¿Cómo fue la preparación para el papel?

Fue como un gran descubrimiento, porque sentí que tenía que aprender muchísimo. Hay tanto material de ella, tantas cosas que investigar para contar la historia de la persona. Fue un proceso bien largo de aprender y de esos 11 años que Andrew (Dominik) tuvo antes de conocerme a mí, de toda esa información, esa pasión y todas esas ideas que él tenía y metérmelas en la cabeza en tiempo récord. Todo fue increíble. Fue un trabajo de preparación súper completo, inmersivo y muy bonito.

Al momento de adentrarte en el papel, ¿cuál fue más retante entre Norma Jean y Marilyn Monroe?

Es difícil escoger. Por suerte, hicimos una escena a la vez. Entonces, fue como lidiar con el problema poco a poco. Las dos fueron extremadamente difíciles por distintos motivos. Creo que representar a Marilyn fue mucho más específico, mucho más trabajoso en el sentido de la fisicalidad, sus gestos faciales, la voz y las recreaciones que queríamos que fuesen al mínimo detalle. Pero también fue retante cuando estaba haciendo de Norma por esa entrega, la vulnerabilidad y estar tan expuesta emocionalmente, y tratar de entender el trauma, el dolor y la psicología de esta mujer. También por el sentimiento de esa doble personalidad. Claramente, ella habla de Marilyn como si fuese otra persona. Ella no se identifica, ella no ve lo que otras personas ven de ella. Hay un sentimiento de “nunca voy a poder estar a la altura. Yo no soy Marilyn”. Entonces fue una cosa muy compleja, muy interesante, muy única y bonita.

Blonde. L to R: Adrien Brody as The Playwright & Ana de Armas as Marilyn Monroe. Cr. Netflix © 2022