La actriz Viola Davis podría alzarse con un segundo premio Oscar por su más reciente interpretación de la madre de los blues, en el filme Ma Rainey’s Black Bottom, que estrena mañana en Netflix.

En 2016 consiguió su primera estatuilla dorada por su actuación en la adaptación fílmica de la obra de teatro Fences, de August Wilson.

En la nueva cinta da vida a Gertrude “Ma Rainey” Pridgett, una de las primeras cantantes afroamericanas del blues y de las pioneras del género en grabar su material de manera profesional.

Dirigida por George C. Wolfe y producida por Denzel Washington, el drama musical está ambientado en 1927 y sigue una sesión de grabación donde la tensión crece entre la cantante, su ambicioso trompetista y la gerencia blanca. La película cuenta con la última actuación de Chadwick Boseman (Black Panther), quien falleció en agosto.

Davis, mejor conocida por películas como The Help, Widows, Suicide Squad y la serie How To Get Away with Murder, es la primera actriz afroamericana en lograr la “triple corona de la actuación”, al ganar un premio Oscar, un Emmy y dos Tony. Además, escribió el libro para niños Corduroy Takes a Bow, publicado en 2018.

CineXpress participó en una sección virtual exclusiva para miembros del Critics Choice Association, donde la artista habló del filme.

“El ensayo es un momento sagrado, donde puedes atreverte a fallar y tomar una decisión, y hasta correr en la dirección equivocada y saber que vas a estar protegido. Que también vas a tener un director que quizás te redirija. O tal vez surja una feliz sorpresa”, expresó Davis sobre la relevancia del momento.

Además, platicó sobre el material original de Wilson, que hace eco a nuestros tiempos.

“Es sobre raza. Es tan americano como el apple pie, el dinero y el individualismo. Quiero decir, simplemente lo es. Creo que lo que es atemporal acerca de lo que escribe August es que lo hace sobre la humanidad. La humanidad no se queda sin tiempo. Lo único diferente es el período de tiempo”, enfatizó.

A través de su personaje de Ma Rainey, intentó canalizar “muchas cosas”.

“Canalicé a mi tía Joyce, que cada vez que entraba a la casa lo hacía como si fuera la cosa más sexy del mundo. Ella entraba como si fuera su casa. Siempre tenía puesto lo último en la moda. Pensaba que era la mujer más bella del mundo. Pesaba cerca de 300 libras y, sabes qué, creo que era la mujer más hermosa del mundo. Canalicé toda la disparidad salarial y lo que significa ser una mujer negra -de piel oscura- creciendo en los Estados Unidos y que te llamen ‘fea, fea, fea’”, afirmó.

En su preparación para el rol, ¿qué le pareció importante incluir?

“Aparte de su sexualidad, que me pareció absolutamente genial que no se disculpara por ello, diría que fue cuando terminó su carrera, que compró la casa de su madre en Columbus, Georgia y un teatro. Esta es una mujer emprendedora, que tenía un espíritu y una mentalidad empresarial. Es una mujer adelantada a su tiempo”, puntualizó Viola.

De otro lado, reveló qué parte del trabajo de Boseman le impresionó más.

“Todo lo que hizo fue brillante. Me encantó verlo enfurecido con Dios, es algo que simplemente no ves. Por más privado que la gente (artista) se ponga en la pantalla, con cosas de sexo y desnudándose, nadie quiere enojarse con Dios. Sin embargo, es lo que todos experimentamos. Y sentí esto con Chad. Quemó un agujero a través de mi alma. Fue tan privado. Eso es lo que me sorprendió”, manifestó.

Ma Rainey’s Black Bottom estrena viernes, 18 de diciembre en Netflix.