Hoy estrena en cines locales la nueva oferta cinematográfica del cineasta francés Luc Besson. 20 años después de habernos entregado lo que terminó siendo un clásico de culto, The Fifth Element, el escritor y director regresa para deleitarnos con Valerian and the City of a Thousand Planets. Basada en una serie de cómics de ciencia ficción francesa, Valérian and Laureline (1967-2010), el filme cuenta la historia de cómo los operativos especiales Valerian y Laureline deben detener una gran amenaza y salvar a Alpha, una vasta metrópolis y hogar para especies de miles de planetas.
Lo bueno…
La primera hora de Valerian es sensacional. Desde un genial prologo hasta las primeras secuencias de acción que involucran a Valerian y Laureline en su nueva misión, la primera mitad del filme está llena de energía y locura. Desde su comienzo, uno queda hipnotizado por este increíble mundo que Luc Besson (Lucy, Léon: The Professional) ha creado. Desde la estación espacial de convergencia, Alpha, hasta el diseño de las diferentes especies de vida, el “world building” es muy impresionante. Dicha mitología evoca partes de Star Wars, partes de Guardians of the Galaxy y partes del video juego Mass Effect.
Otro elemento grandioso de Valerian lo son los efectos visuales. El trabajo aquí es de primera clase y muy satisfactorio. Desde los tiros espaciales de lejos, hasta los tiros de cerca de los rostros de los alienígenas en movimiento, todo es sumamente impresionante. Para mi gran sorpresa el uso de CGI en ningún momento se parece a los de un video juego – algo que siempre pasa al usar demasiado. Nadamás que por esto, el filme merece ser visto en la pantalla grande.
Lo malo…
Lamentablemente, la segunda mitad del filme no puede mantener el ritmo y peso, y todo se va derrumbando. Con la llegada del personaje de la cantante Rihanna (malísima) las cosas comienzan a descarrilarse. Las cosas frenan aquí y el enfoque de la misión se pierde. La trama se torna repetitiva (rescates tras rescates) y demasiada tonta. Ya para el tercer acto, la diversión e interés ya se ha desinflado.
El guion de Valerian deja mucho que desear. El mismo incluye una trama tonta, pésimo diálogo y muchos personajes de cartón sin desarrollo alguno. La cinta no incluye ningún personaje con el cual la audiencia pueda identificarse. Incluso, los actores que protagonizan el filme, probablemente no eran los indicados. El joven actor Dane DeHaan (Chronicle) es muy buen actor, pero su personaje tipo James Bond espacial, no cuadra con una cara y actitud tan joven. La falta de carisma y arrogancia es evidente, y estas cualidades son esenciales para el tipo de personaje que Valerian es en papel. Por el otro lado, Cara Delevingne (Suicide Squad) simplemente todavía no es capaz de cargar como protagonista un filme. Durante todo el filme, Valerian anda detrás de la aprobación amorosa de Laureline a la Pepe Le Pew. Sin duda, es una parte grande del filme, que absolutamente no funciona gracias a que ambos actores tienen cero química juntos y el diálogo con el que tienen que trabajar es risible. Con mejores líneas y mejores actores, los personajes de Valerian y Laureline hubiesen funcionado perfectamente.
En fin…
Valerian es un hermoso enredo. Digamos, “a mixed bag”. Por un lado, te impresionará con sus visuales visionarios y enorme imaginación en exhibición. Pero por el otro lado, te decepcionará con su guion débil y la falta de conexión con cualquiera de los personajes. Valerian es un caso de creatividad sobre todo lo demás. Energética, alocada y fácil en los ojos, Valerian merece ser vista en el cine solo y específicamente por su originalidad y los riesgos que toma. Y algo así no se ve todos los días en el cine.
Valerian and the City of a Thousand Planets estrena hoy en cines de Puerto Rico.