Luego de varios éxitos “live-action” como Maleficent, Cinderella y The Jungle Book , Walt Disney Pictures busca mantener la racha caliente en la taquilla con su nueva propuesta Pete’s Dragon. La misma es un remake del largometraje del 1977, la cual fue basada en la historia original de S.S. Field y Seton Miller y que ganó dos premios Oscar ese mismo año.
Esta nueva versión actualizada situada en el 1982, cuenta la historia de las aventuras de un niño huérfano llamado Pete y su mejor amigo Elliot, quien es un inmenso dragón. La misma es dirigida y escrita por el cineasta David Lowery (Ain’t Them Bodies Saint, Upstream Color).
Lo bueno…
Para comenzar, esta nueva versión es mil veces mejor que la original del 1977. La misma logra ser superior gracias a una inspirada dirección por Lowery, quien le inyecta pasión y un sentido de asombro a los procedimientos con su tremendo trabajo de cámara y colaboración de alta calidad con el reparto. Lowery logra mantener el tono bajo control, y junto al director de fotografía Bojan Bazelli, nos sitúa perfectamente en la época y lugar de la historia. Sus tiros de cámara evocan su trabajo en la excelente Ain’t Them Bodies Saints del 2013, donde los paisajes y tiros largos reinan el recuadro.
Otro aspecto sobresaliente del filme lo es el trabajo de efectos visuales. Trabajado por Weta Digital, los efectos aquí son impresionantes y sin duda ayudan a elevar el material en mano. Todo lo relacionado al dragón Elliot funciona, incluyendo las secuencias de acción, en donde el mismo vuela y hace de las suyas. También, el lujo de detalle en el rostro y cuerpo del dragón, cada vez que el mismo interactúa con Pete, es sensacional.
Cabe mencionar la banda sonora de Daniel Hart. El tema principal del filme, el cual suena en varias ocasiones, es muy emocional y memorable.
Considerándolo todo, Pete’s Dragon es todo lo que esperaba y quería de la parecida cinta The BFG de Steven Spielberg. En mi libro, este es el mejor filme.
Lo malo…
Uno de las debilidades del filme yace en su trama bastante genérica. El guión es uno muy predecible y contiene una historia la cual ya hemos visto anteriormente muchas veces. La cinta no tiene espacio para muchas sorpresas. Desde muy temprano uno ya sabe lo que recibirá hasta el final. Por ejemplo, desde que el filme abre con un tragedia, es muy fácil entender que esto es una película puramente Disney. Ósea, quedamos propensos a momentos muy azucarados y uno que otro toque demasiado manipulador.
El único otro fallo notable recae en el personaje de “Gavin” interpretado por Karl Urban. El actor hace buen trabajo, pero las motivaciones de su personaje no son presentadas claramente. El mismo funciona algo como el villano de la historia, pero no logra registrar por completo.
En fin…
Con Pete’s Dragon, Disney continua su racha caliente de filmes “live-action” en la pantalla grande. Agradable, simpática y emanando inocencia, este remake del filme del 1977 termina siendo una muy bienvenida y excelente entrada al extenso catalogo de éxitos del estudio. Impresionantemente dirigida por David Lowery y muy bien actuada por el elenco completo, Pete’s Dragon logra atrapar esa magia, ilusión y fantasía de la infancia que hoy día hace mucha falta.