El largometraje The Finest Hours, basado en el libro homónimo escrito por Casey Sherman y Michael J. Tougias, recuenta la historia verídica de la increíble misión de rescate por la guardia costera en 1952, donde dos barcos petroleros, el SS Fort Mercer y el SS Pendleton, fueron destrozados por una enorme tormenta a lo largo de la costa este de los Estados Unidos. El legendario esfuerzo es considerado por muchos como la mejor misión de rescate de pequeña embarcación en la historia de servicios marítimos.
Lo bueno…
Los aspectos más atractivos de la cinta definitivamente yacen en sus efectos visuales y sus secuencias de acción planificadas. El trabajo de dicho departamento brilla a la hora de presentarnos la destrucción de ambos barcos petroleros, al igual que en los momentos en que el bote de rescate atraviesa la enorme tormenta para ayudar a los hombres varados en el mar. Una de las mejores secuencias del filme gira alrededor del bote CG 36500 tratando de salir del puerto para comenzar la arriesgada misión.
Otro de los puntos fantásticos de la cinta lo es la actuación de Casey Affleck (Gone Baby Gone, Interstellar), que aquí interpreta a Ray Sybert, primer ingeniero asistente del SS Pendleton. El mismo logra tremendo trabajo a la hora de mostrar liderazgo y valentía, sin dejar que el resto de la tripulación vea el miedo que también siente. El actor Chris Pine (Star Trek, Into The Woods) también logra muy buen trabajo como el protagonista, Bernard Webber. Aquí Pine logra un papel menos ostentoso, pero muy efectivo – nunca quitándole enfoque a los importantes sucesos.
Lo malo…
Lamentablemente, cuando The Finest Hours no se dedica a presentarnos estas maravillosas escenas en alta mar, todo se va en picada. El director Craig Gillespie (Fright Night, Million Dollar Arm) falla la marca al constantemente decidir regresarnos a tierra firme, para dejarnos saber que esta sucediendo con el interés amoroso del protagonista. Ademas de ser completamente aburrida, dicha subtrama se siente forzada e innecesaria. La pelea constante entre los sucesos en el mar y tierra firme, sin duda hieren el largometraje grandemente.
En fin…
The Finest Hours es un filme entretenido que en momentos puede inspirar. Fallos como la dependencia en una subtrama innecesaria y de la manera en que se acaramelan los acontecimientos, sin duda impiden de que la película sea mucho mejor de lo que es. Ahora, debido a que los aspectos buenos superan los malos, The Finest Hours logra salir a flote, entregándonos una historia que mínimo, merece respeto.
[…] Francisco Cangiano @ CineXpress [Spanish] […]