Hoy estrena en los cines de Puerto Rico el nuevo filme puertorriqueño Una Boda en Castañer. El largometraje local trata sobre una boda única y grandiosa que se llevará a acabo en el poblado de Castañer, en Lares. La misma trae enredos de viejos amores que se niegan a dar paso a la felicidad de otros.
Lo bueno…
Además de ser una película del patio, Una Boda en Castañer tiene bastantes elementos corriendo a su favor. El largometraje cuenta con un talentoso y balanceado elenco, unos personajes simpáticos y divertidos, y un humor pegajoso que funciona.
Por lo general, la producción es una de buena calidad. Una que aprovecha cada momento que puede para exaltar las bellezas de Puerto Rico. Desde tiros altos del campo y sus carreteras estrechas, hasta las bebidas, comidas y música puertorriqueña incluida, la película hace todo lo posible por poner la cultura y lo hermoso de la isla al frente. Hay que darle crédito al director, Raúl García, pues en este aspecto logra muy buen trabajo.
En cuestión de las actuaciones, el reparto es uno muy fuerte. La mezcla entre actores veteranos y jóvenes es formidable y llamativa. De los experimentados sobresalen los actores Braulio Castillo hijo, Marian Pabon y Adrián García. Entre los jóvenes, Michael Stuart se destaca con una interpretación bastante natural como el novio “Ender”, mientras que la talentosa actriz Jazmín Caratini es consistente y encantadora como la novia “Mariana”. Ambos actores demuestran muy buena química en la pantalla grande. Ahora, quién realmente se roba el show es el actor Marcos Carlos Cintrón como “Eduardito”, el hermano extravagante de “Mariana”. El actor le inyecta energia y descaro a la cinta. Siempre que aparece en el recuadro se adueña del mismo.
Lo malo…
Ahora, la cinta sufre de varios fallos. Entre ellos la dirección, aunque servicial, pudo haber sido mejor. Aunque el director logra mantener las cosas entretenidas, pudo haber logrado que la cinta hubiese sido más enfocada y más ajustada. Esto hubiese ayudado con la duración muy larga de la misma. El filme también sufre de un ritmo no balanceado, que incluye demasiadas paradas y flashbacks.
Aunque la premisa al principio es una divertida, con el transcurso de la trama, la misma va perdiendo vuelo. Las maquinaciones se vuelven repetidas (como los chistes) y se pierde tiempo dando vueltas a los mismos asuntos. El guión, a cargo de Frankie Bracero, aunque contiene mucho corazón, es bastante ligero en contenido y predecible. También, el guión incluye varios personajes que son tratados simplemente como caricaturas – obligando a algunos actores a tener que sobreactuar constantemente.
Al igual que muchos filmes hoy día que pecan de lo mismo, el filme incluye un sinnúmero de colocación de productos muy marcados. Los mismos (como en cualquier otro filme) sacan al espectador de la experiencia en general.
En fin…
Una Boda en Castañer es una entretenida comedia romántica puertorriqueña llena de personajes simpáticos y bastante risas. Aunque tiene fallos en varios departamentos, el largometraje logra salir a flote gracias a un director que pone a Puerto Rico como uno de los personajes principales, y un elenco variado con mucho talento. No tengo duda de que saldrán satisfechos. ¡Vayan a verla al cine! ¡Apoyen lo de aquí!