Los detalles…
Año: 2014
Duración: 144 minutos
Género: Fantasía, Acción
Clasificación: PG-13
Director: Peter Jackson
Guión: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh, Guillermo del Toro (J.R.R. Tolkien)
Cinematografía: Andrew Lesnie
Música: Howard Shore
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Luke Evans, James Nesbitt, Aidan Turner, Evangeline Lilly, Ken Stott, Orlando Bloom, Lee Pace, Cate Blanchett, Hugo Weaving, Billy Connolly, Christopher Lee
MGM/New Line Cinema
US
La trama…
Después de haber recuperado el reino del Dragón Smaug, la Compañía ha desencadenado, sin querer, una potencia maligna. Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del Lago para acabar con cualquier resto de vida. Obsesionado sobre todo con el reino recuperado, Thorin sacrifica la amistad y el honor para mantenerlo mientras que Bilbo intenta frenéticamente hacerle ver la razón por la que el hobbit toma una decisión desesperada y peligrosa. Pero hay aún mayores peligros por delante. Sin la ayuda aparente del mago Gandalf, su gran enemigo Sauron ha enviado legiones de Orcos hacia la Montaña Solitaria en un ataque furtivo. Cuando la oscuridad se cierna sobre ellos, las razas de los Enanos, Elfos y Hombres deben decidir si unirse o ser destruidos. Bilbo se encontrará así en la batalla épica de los Cinco Ejércitos donde el futuro de la Tierra Media está en juego. (FILMAFFINITY)
Lo bueno…
One Last Time. Luego de más de una década después del estreno original de The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring (2001), el director y escritor Peter Jackson nos entrega el capitulo final de la trilogia de The Hobbit. ¿O será esta realmente la última aventura en Middle-Earth? Sólo el tiempo dirá. Aunque no es la mejor de esta trilogía, The Battle of the Five Armies sí es mi favorita de las tres cintas que funcionan como antesala a la trilogía original de The Lord of the Rings.
Entre los elementos a su favor se encuentra la dirección de Peter Jackson nuevamente. Continuando su buena racha en esta área, Jackson mantiene esa misma dinámica de inspiración que aparentemente cogió vida con la segunda entrega. Aquí nos entrega una buena dirección – en especial, las secuencias de acción nuevamente. Desde un comienzo ardiente en Lakedown en donde el poderoso Smaug busca venganza, hasta el impresionante rescate de Gandalf por el White Council en Dol Guldur, no hay duda de que el largometraje contiene varios momentos emocionantes y muy divertidos. Y por supuesto, la batalla final entre los cinco ejércitos cerca del Lonely Mountain es inmensa en proporción y acción, y muy satisfactoria. Una de mis partes favoritas del filme es el cruce presentado por Jackson (vía la edición) de la pelea entre Thorin y Azog, y la de Legolas y Bolg. Sin duda es de las partes más emocionantes de la película. El departamento de efectos visuales definitivamente cierra con broche de oro la trilogía.
The Battle of the Five Armies toma el trono como la película más corta de la franquicia completa. Esta última destrona a The Desolation of Smaug (160 minutos) con una duración de 144 minutos – algo que termina funcionando como algo positivo.
Puntos extras para Jackson y compañía por hacer un buen trabajo cuadrando esta trilogía con la que le sigue en linea. Aunque algunas guiñadas son demasiado “on the nose”, el director logra una transición satisfactoria.
Lo malo…
The Battle of the Five Armies tiene su mejor secuencia al principio. Literalmente comenzando donde la anterior terminó, causa que lo más urgente y emocionante vaya primero que todo lo demás. Luego, el resto (aunque satisfactorio e impresionante) se ve eclipsado por algo que ya ocurrió al principio. En parte esto es culpa de la decisión tomada de dividir la segunda película en dos partes – y se nota bastante. La verdad es que la historia de The Hobbit hubiese funcionado mejor contada en sólo dos filmes.
El fallo más grande del filme resulta ser uno de los personajes más irritantes e innecesarios del año: Alfrid Lickspittle, siervo del amo de Laketown. El mismo tuvo una presencia pequeña al final de la segunda entrega, pero en esta ocasión Alfrid, interpretado por el actor Ryan Gage, tiene mucho más tiempo en la pantalla grande. Lamentablemente, su personaje no tan sólo es tiempo perdido, sino que en ningún momento logra conectar con la audiencia – especialmente cuando su mayor propósito es funcionar como un tipo de “comic relief”. Nada de lo que hace o dice resulta en risas. Su personaje frustra continuamente la experiencia que uno tiene en general con la cinta.
Cabe mencionar, que aunque los visuales son maravillosos, la cinta sí incluye uno que otro momento en donde el trabajo de CGI puede ser demasiado abrumador. Hay algunos momentos en donde el CGI se acerca al territorio de videojuegos, causando que uno se salga de la experiencia.
En fin…
Con The Battle of the Five Armies, el director Peter Jackson termina la historia de The Hobbit con mucha energía, pasión y un final muy satisfactorio. Llena de excelentes secuencias de acción y un tremendo trabajo de efectos visuales, esta última entrega es un festín audiovisual en la pantalla grande. Aunque no es mejor que su predecesora The Desolation of Smaug, los elementos positivos sí terminan arrollando los negativos. Esta tercera entrega es la más que se siente como familia de la trilogía original de The Lord of the Rings. Por esto, The Battle of the Five Armies es mi favorita de la trilogía de The Hobbit.
The Hobbit: The Battle of the Five Armies estrena hoy en cines de Puerto Rico.