A lo largo de su impresionante carrera de más de 30 años, el actor puertorriqueño Benicio del Toro ha dado vida a una increíble selección de personajes diversos, icónicos y memorables. Desde el criminal bocón Fred Fenster al intimidante Pablo Escobar, y desde el revolucionario Che Guevara hasta el ex fiscal convertido en asesino Alejandro Gillick, el intérprete boricua, sin duda alguna, ha dejado su marca en el mundo del séptimo arte. Y, con el estreno de su nuevo filme esta semana en cines, The Phoenician Scheme, Del Toro añade otro peculiar e interesante personaje a su filmografía: el magnate empresarial europeo, Anatole “Zsa-Zsa” Korda.
En su segunda colaboración con el cineasta Wes Anderson (The French Dispatch), Del Toro lidera un reparto de ensueño que incluye a los actores Tom Hanks, Bryan Cranston, Scarlet Johansson, Benedict Cumberbatch, Bill Murray, Willem Dafoe, Jeffrey Wright, Hope Davis, Riz Ahmed y Mia Threapleton. Filmada mayormente en Alemania, la cinta cuenta con la fotografía de Bruno Delbonnel (Inside Llewyn Davis) y la música de Alexandre Desplat (The Shape of Water). Ambientada en 1950, The Phoenician Scheme cuenta la historia de un rico empresario europeo que evade asesinos, gobiernos y organizaciones, en su intento por reconectar con su hija, una monja llamada Liesl, y otorgarle el negocio familiar como herencia.
Del Toro es mejor conocido por su trabajo en películas como Sicario, The Usual Suspects, The Fan, Basquiat, Fear and Loathing in Las Vegas, Snatch, 21 Grams, Che, Sin City, The Wolfman y Star Wars: The Last Jedi. El actor también ha sido parte del exitoso universo cinematográfico de Marvel Studios, protagonizando los proyectos Guardians of the Galaxy, Thor: The Dark World, Avengers: Infinity War y What If…?, como Taneleer Tivan aka “The Collector”. El intérprete, original de San German, ganó el premio Oscar de mejor actor de reparto por su trabajo en el drama de crimen Traffic (2000). Luego fue nominado nuevamente al Oscar por su participación en la cinta 21 Grams (2003). En adición a esto, ha ganado premios BAFTA, Golden Globe y Silver Bear.
CineXpress recientemente participó de una entrevista exclusiva con el actor, donde compartió detalles sobre su nueva película, su trayectoria hasta el momento y de futuros proyectos en agenda.
Al cineasta Wes Anderson se le conoce por ser un director meticuloso, preciso y seguro de su visión en cada una de sus películas. Cuando lo comparas con otros directores, ¿qué característica de su estilo es la que más te gusta y cómo te ayudó a lograr tu mejor interpretación posible en esta película?
Todas las películas, directores, actores y cuentos, son distintos. Y, el cineasta Wes Anderson es distinto. Una de las cosas que él tiene es que es muy buen escritor. En su cine hay mucha habladuría, mucho diálogo. Cuando él me propuso esta película, me dijo que el personaje iba a hablar mucho, y yo le contesté, que sí había tiempo para practicar, que yo podía subir esa montaña. Entonces, digamos, que si yo fuese músico, y mi carrera ha sido una de rock, el estilo de Wes tira más a música clásica o al jazz de la época de bebop. Es un estilo bien distinto, pero de todas maneras tienes que venir a tocar tu instrumento, y uno se ajusta. Como actor, uno encuentra como estar en el momento en esas situaciones. Sus tiros son bien diseñados. No puedes venir y sentarte en una escena, y decirle que vas a moverte para la izquierda en vez de para la derecha, porque ya ha creado un movimiento específico para la cámara. Uno está trabajando la cámara. Y, con todo y eso, uno puede traer su estilo y su verdad.
En The Phoenician Scheme, das vida a Anatole “Zsa-Zsa” Korda, un magnate empresarial que anda esquivando asesinos, gobiernos y otras organizaciones. A la hora de prepararte para el rol, ¿Wes y tú usaron como referencia a alguna figura que esté viva o que haya existido en la vida real?
Sí. Esos magnates vienen desde el principio de la civilización, desde la época de Egipto y los faraones, hasta el día de hoy. Nuestra película se desarrolla en el año 1950, y buscamos personajes de esa época. Hablamos de Aristotle Onassis, y lo leí y estudié un poco. También hablamos de la familia Rockefeller. Pero había uno de Armenia, llamado Calouste Gulbenkian. Ese me lo presentó Wes como inspiración para el cuento. También buscamos a los magnates del cine. Hay un documental muy bueno, The Making of Apocalypse Now, que sigue a Francis Ford Coppola mientras estaba haciendo esa película. Y verdaderamente es una epopeya ver a ese hombre hacer esa película, ya que lo pagó de su bolsillo. Vimos y hablamos de esa película, porque hay un elemento de Francis Ford Coppola dentro del personaje que yo interpreto. Y, también está la película Citizen Kane con Orson Wells.
El arco humano de tu personaje, realmente es el corazón de la historia. Y, en tu impresionante carrera has dado vida a héroes, villanos y personajes que caminan una línea gris entremedio. Como actor, ¿te atraen más los personajes antihéroes que quizás buscan algún tipo de redención?
Sí. De la manera que yo veía al ser humano cuando tenía 22 años, cuando tenía 38 años, y como lo veo ahora, es definitivamente un poco distinto. Entonces, esos personajes que tienen contradicciones, donde hay la posibilidad de que cambie, pues uno tiene que ser optimista, y yo soy un poquito optimista cuando tengo que serlo. Esos personajes que empiezan de una manera y acaban de otra, son muy interesantes para cualquier actor. Es un reto que verdaderamente motiva a uno a poder buscarle el juego.
Las películas de Wes Anderson siempre incluyen un reparto de ensueño. En esta ocasión, compartes escena con los actores veteranos Tom Hanks y Bryan Cranston. ¿Qué tal la experiencia de compartir la pantalla grande con ellos?
Claro. Yo soy fanático. Soy fanático desde antes de empezar. Primero los muñequitos, luego el baloncesto superior y después el baloncesto profesional. Y cuando entro al cine soy fanático de figuras como Tom Hanks, Bryan Cranston, Scarlet Johansson, y el actor frances Mathieu Amalric. Fue genial poder volver a trabajar con Jeffrey Wright, con quien trabajé en Basquiat. Osea, soy fanático. Y entonces entramos en los sueños de la película, que están bien cargados y tienen un trabuco. Tienes a Bill Murray, que es incomparable. También a F. Murray Abraham, actor que vi por primera vez en Scarface y luego en Amadeus como Antonio Salieri. Tienes también a Willem Dafoe y a Benedict Cumberbatch, que interpreta a mi hermano. Entonces están los jóvenes, Michael Cera, Mia Threapleton y Riz Ahmed, que trabajan con Wes Anderson por primera vez y son buenísimos. Pero sí, trabajar con Tom Hanks, que es un ídolo, es un sueño. Definitivamente soy fanático.
A lo largo de tu impresionante carrera has trabajado con un increíble listado de cineastas como Oliver Stone, Steven Soderbergh, Paul Thomas Anderson, Alejandro G. Iñarritu, James Gunn, etc. ¿Hay algún cineasta con el que te gustaría colaborar, que quizás no has tenido la oportunidad aún?
Hay muchos. Me vienen a la mente los directores que me han influenciado como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, los hermanos Coen. El mismo Steven Spielberg, por supuesto. Hay muchos. Se me hace difícil escoger alguno. Pero sí, “so far, so good”.
En el pasado, has dirigido algunos cortos y documentales. ¿No te pica la vena la idea de dirigir un largometraje? ¿Es algo que te interesa hacer en el futuro?
He picado un poco. He logrado un par de cositas. Hace unos años atrás, hice un corto para una película que incluía siete cortos, llamada 7 Days in Havana (2012). Pero sí, tengo interés en hacer algo. Como mencionas, he estado en una universidad de cineastas desde que empecé. Algunos con los que no terminé haciendo películas, pero que sí he trabajado con ellos durante mucho tiempo. He estado bregando y creando con estos artistas de gran alto nivel, y he tenido la oportunidad de aprender mucho. Y todo eso se convierte en parte de uno. Y aunque yo no fui a la escuela de cine, esa ha sido mi escuela de cine. Ya son unos treinta y pico de años largos. Y ya, inevitablemente, uno comienza a pensar en que le gustaría contar una historia. Y estoy trabajando en eso.
Desde la pandemia, muchos consideran que el cine boricua ha tenido un boom significativo. ¿Qué piensas del estado actual de la industria de cine local?
Veo mucho movimiento, y eso siempre es bueno. También, algo que me parece muy interesante, es que he visto el reggaeton entrando con lo visual. Vi el video de Bad Bunny, que hizo con Jacobo Morales, y me gustó mucho. Me gustó mucho ese video. Hay muchas cosas, pero no estoy al tanto, porque he estado bien apurado. Pero estoy bien interesado en ver qué sale.
En septiembre tienes otro estreno, One Battle After Another, junto a Leonardi Di Caprio, Sean Penn y el director Paul Thomas Anderson. Además de esto, ¿tienes algún proyecto que quizás estés trabajando en Puerto Rico?
Sí. Tengo un evento que voy a hacer en Puerto Rico con la Fundación Millo Romero en septiembre. La fundación ayuda a estudiantes que tienen necesidad económica, y los ayuda a buscar educación, ya sea a través del deporte o por las artes. Luego de eso, ando envuelto en el desarrollo de unos libretos, para ver si hacemos algo con el director Grant Singer, con quien ya trabajé en una película que hice para Netflix, llamada Reptile (2023). Ando preparando algo con él, quizás para este año.
The Phoenician Scheme estrena jueves en cines.
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