Nyad, el nuevo drama biográfico deportivo de Netflix, cuenta la historia de la nadadora profesional Diana Nyad, quien a sus 60 años, 30 años después de su retiro, se obsesiona con llevar a cabo la hazaña que siempre la eludió: la travesía nadando de casi 180 km desde Cuba a Florida, conocida como “el Everest de la natación”. Dirigida por el duo de Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin, la película cuenta con las actuaciones de Annette Bening, Jodie Foster y Rhys Ifans.

La nueva oferta de Netflix, que debutó en septiembre en el Festival de Cine de Telluride y luego en el Festival Internacional de Cine de Toronto, resulta en una satisfactoria película llena de inspiración y sobre poder y capacidad del ser humano. Además de servir como pieza informativa sobre Nyad y sus logros, la cinta funciona como cuento de moraleja, donde se exploran temas como el compromiso, trabajo en equipo, preparación, sacrificio, superar la adversidad y proponerte una meta y cumplirla, sea como sea. La cinta sirve de recordatorio de  que todo es posible, si realmente deseas hacerlo.

Una de las grandes razones por la cual la película funciona es gracias a las excelentes actuaciones en su centro. Annette Bening (American Beauty, The American President) brilla en su interpretación como Nyad, uno que le requiere de trabajo más físico, de nadar y estar mucho tiempo en el agua por la gran mayoría del filme. Por otro lado, Jodie Foster (Contact, The Silence of the Lambs) se roba la película como la amiga y entrenadora de Diana, Bonnie Stoll. Foster es genial a la hora de servir como la principal base de apoyo para Nyad, y funcionar como nuestra representación en pantalla de la persona que acompaña a la nadadora en su hazaña, incluyendo las frustraciones, tropiezos y discusiones en el camino. Ambas actrices se complementan muy bien en pantalla, y son la razón principal por la cual la cinta funciona.

Ahora, el problema más grande del filme es que no va más allá de lo superficial – fallo que usualmente acompaña este género. Con la excepción de tocar por encima que Nyad fue víctima de abuso sexual, y de que hasta cierto punto es una persona terca y narcisista, la película no explora de manera profunda la complexidad de su figura dentro y fuera del deporte. En otras palabras, el biopic deportivo es demasiado limpio y light, mucho más enfocado en la hazaña, que en la figura. A la hora de balancear lo lindo y lo feo de su vida, una llena de controversias, altos y bajos, la balanza se inclina por todo lo positivo y color de rosas. Y esto le resta a la cinta de terminar siendo una más interesante.