Uno de los estrenos más anticipados de otoño, The Many Saints of Newark, por fin estrena viernes en cines y en la plataforma de HBO Max. Con ella regresamos al mundo del crimen organizado de la serie The Sopranos, considerada por muchos como una de las mejores series de televisión de todos los tiempos y que corrió de 1999 al 2007 en HBO. Esta precuela a la serie se sitúa durante la década de 1960 y explora la tensión entre la comunidad italo-americana y afroamericana de aquel momento. Dirigida por Alan Taylor y escrita por David Chase (creador de la serie), la película también nos presenta a un joven Tony Soprano en su adolescencia y la violenta guerra de gangas en la que su tío y familia se ven envueltos.
The Many Saints of Newark resulta en un sólido drama de crimen que no tan solo respeta lo que vino antes, sino que expande y añade más a la popular serie de gangsters. La precuela en ningún momento le resta al material original o se siente como una pieza forzada o de sobra como quizás otros intentos similares como los filmes de Sex and the City o Entourage. La cinta funciona para los fans casuales que no saben nada de la serie original y no conocen estos personajes. Incluso, la película terminará atrayendo a estos fans a ver la serie original. Mientras que para los fans de la serie, que sí saben cómo comenzó y terminó todo, la película definitivamente funciona desde cualquier ángulo.
Similar a la serie original, el acierto más grande del filme es su guión, a cargo de David Chase y Lawrence Konner. Inteligente y de tono llevadero, el libreto mantiene las cosas interesantes y se mueve con facilidad entre los momentos fríos y violentos, y los momentos emocionales y de humor. En adición, la película efectivamente explora temas usuales del género como la avaricia, lealtad, traición, y poder. Además de mostrarnos el usual negocio del crimen organizado, el filme más importante que nada, nos da un sentido de las relaciones que terminan forjando al Tony Soprano que luego vemos reinar en la serie original. En específico, su relación con su tío, Richard “Dickie” Moltisanti, personaje que se ve estancado entre lo sucio del negocio y querer ser un buen ejemplo para Tony.
En las actuaciones, Alessandro Nivola está excelente como Moltisante, mientras que Vera Farmiga se luce como la madre de Tony, Livia Soprano. Por su parte, Ray Liotta se deja sentir como Aldo Molitisante, y la actriz italiana Michela de Rossi, además de robarse el corazón de varios mafiosos, se roba el show como Giuseppina Bruno. Y, por último, Michael Gandolfini, hijo del fallecido actor James Gandolfini, que interpretó a Tony Soprano en la serie original, impresiona en su papel de la versión adolescente del icónico personaje. De tal manera, que deja al espectador con ganas de verlo continuar dándole vida más allá de esta precuela para cine. ¿Veremos más de los Sopranos algún día? Considerami interessato.