El nuevo filme Spider-Man: Far From Home, dedicado al popular superhéroe arácnido, es una secuela al exitoso reboot del 2017, Homecoming, y la vigésima tercera entrega del universo cinematográfico de Marvel Studios (MCU). Dirigida nuevamente por Jon Watts (Cop Car) y liderada por Tom Holland, Jake Gyllenhaal y Zendaya, Far From Home sigue a Peter Parker intentando balancear su tiempo entre unas vacaciones de verano por Europa con sus compañeros de escuela y ayudar a salvar la Tierra de una gran amenaza junto a la nueva y desconocida figura, Mysterio. La cinta estrenó hoy en cines locales.

Lo bueno…

Para comenzar, lograr sacar a Spider-Man de Nueva York y situarlo por todo Europa, es sin duda uno de los grandes aciertos de la película. Removiendo físicamente al héroe de su zona de confort y poner su sentido de seguridad en duda, es una dinámica muy refrescante y bienvenida. Lo mismo se puede decir del aspecto emocional del filme. Los guionistas, Chris McKenna y Erik Sommers, hacen tremendo trabajo situando al protagonista constantemente entre la espada y la pared. Primero, queriéndole decir al amor de su vida, MJ, lo que siente y ver esos planes repetidamente interrumpidos. Y, segundo, dudando su lugar en un mundo post-Endgame y si realmente quiere o merece tomar el espacio vacío dejado por su mentor, Tony Stark.

Además de tener a Tom Holland (Infinity War, Endgame) nuevamente sacándola del parque como un Spidey un poco más maduro e intelectual, el otro highlight del filme lo es el personaje de Quentin Beck, aka Mysterio. Sin caer en mucho detalle, este personaje, interpretado por Jake Gyllenhaal (Nightcrawler, Brokeback Mountain), es de los más interesantes y teatrales que hemos tenido dentro del MCU. Desde su vestimenta fiel a los cómics hasta su energía carismática, Mysterio se roba cada minuto que aparece en pantalla.

En adición, cabe mencionar la mejora en dirección por parte de Jon Watts en esta ocasión – especialmente en las secuencias de acción. Far From Home incluye una secuencia involucrando a Spidey y Mysterio que dejará a fans y amantes de los cómics con la boca abierta y muy satisfechos – un sueño hecho realidad. Watts también le saca el jugo a sus alrededores, rebotando al elenco de local extranjero a local extranjero. Desde Italia a Londres, Far From Home también brilla por este aspecto, lleno de arquitectura diferente y mezcla de culturas. Con esta secuela, Watts se nota más relajado y seguro de su visión, registrando mucho más estilo del que obtuvo con Homecoming. Su amor por películas “coming-of-age” y de “pasillo de escuela” al estilo de John Hughes, aun sigue muy presente y marcado.

Lo malo…

Ahora, el problema más grande de Far From Home es su dependencia excesiva en el resto del MCU. Esta cinta realmente se siente más una secuela a Endgame y al resto del universo de los Avengers, que una secuela directa a Homecoming. Tener la nube de la figura de Tony Stark tan presente sobre la cabeza de Peter Parker y el necesitar plantar las semillas de hacia dónde se dirige dicho universo, le restan bastante al arco de Spidey dentro de su propia franquicia. En otras palabras, hay muchos que cubrir, dándole algo de codo a Spidey en cuestión de enfoque.

Otro fallo notable es que al intentar mantener fresca la ecuación ganadora de filmes anteriores, en momentos la cinta se pierde en su propia locura y su enfoque debilita ante tanta ambición. También, la relacionado entre Peter y MJ se siente ligera y forzada, causando que algunos momentos claves pierdan mucho impacto. Por estas razones y otras, Far From Home no logra superar otras películas del superhéroe como la reciente Spider-Man: Into the Spider-Verse, Spider-Man 2 y quizás hasta la misma Homecoming.

En fin…

Far From Home resulta en una decente secuela a Homecoming, pero más que nada, una sólida entrega dentro del enorme arco del MCU. Divertida y refrescante, Far From Home llega justo a tiempo a salvar lo que ha sido hasta el momento un verano bastante flojo.

3.5/5

Ojo: La cinta incluye dos escenas extras al final. Ambas muy buenas.