La espera ha sido larga, pero fans podrán disfrutar desde este próximo jueves en cines locales de la primera película del superhéroe Aquaman – estrenando una semana antes que en Estados Unidos. Creado por Mort Weisinger y Paul Norris, el Rey de los siete mares debutó para DC Comics en el 1941 y logró su primera aparición en la pantalla grande en Batman V Superman en 2016 y luego Justice League en 2017. El actor hawaiano Jason Momoa regresa a interpretar al personaje en la primera cinta enfocada completamente en el superhéroe acuático. Dirigida por James Wan y protagonizada por Amber Heard, Nicole Kidman, Patrick Wilson y Willem Dafoe, la película nos presenta los orígenes de Arthur Curry y su complicada trayectoria a convertirse en el Rey de Atlantis, Aquaman.
Lo bueno…
Aquaman no tan solo es una victoria para el universo cinematográfico de DC, sino que resulta en la entrega más divertida hasta el momento de dicho mundo. Y la razón principal de este logro recae mayormente en el cineasta James Wan. El veterano director del género de horror implementa aquí efectivamente su estilo visual y destreza detrás de la cámara, dándonos múltiples secuencias de acción usando tiros de 360 grados y hasta de un solo corte. En adición, Wan hace maravillas a la hora de presentarnos la mitología del reino acuático, sus diferentes locales y sociedad. El mundo de Aquaman es una delicia visual, lleno de colores llamativos, interesantes regiones y geniales criaturas. En momentos, Aquaman se siente como un tributo a los mundos de Star Wars, Matrix, Lord of the Rings, Blade Runner, Avatar e hasta Indiana Jones. Desde su visión para este mundo, hasta su desempeño en todo lo técnico, Wan es la verdadera estrella de esta cinta.
Otro acierto enorme es el tono más liviano y llevadero, cuando la comparas con otras entregas anteriores más oscuras y pesadas. Aquaman tiene un aire ochentoso nostálgico que no se toma tan en serio y sin duda abraza la necedad histórica del género. Desde la relación juguetona entre Mera y Aquaman, hasta un sinnúmero de “one-liners”, la película apuesta a este tipo de humor más ligero. Dicha dinámica resulta favorable por la mayor parte.
Por supuesto, otro de los elementos más sobresalientes es el talentoso elenco. Jason Momoa es Aquaman, así de sencillo. Desde el aspecto físico hasta su impresionante talento para la comedia, el actor resulta perfecto para el papel – especialmente gracias a su carisma y actitud rebelde. La actriz Amber Heard también impresiona como Queen Mera, dándonos una heroína fuerte, hermosa e independiente. La interacción entre los dos actores básicamente es la base de la cinta y ambos logran buena química en la pantalla grande. Mientras tanto, Patrick Wilson y Willem Dafoe son muy servicial en sus respectivos papeles, pero es la veterana actriz Nicole Kidman quien brilla como Queen Atlanna. Además de lo emocional, la actriz impresiona en la acción.
Cabe mencionar que el villano Black Manta, interpretado Yahya Abdul-Mateen II, sin duda deja su marca. Con su genial atuendo, secuencias de acción y motivaciones dentro de la historia, el personaje debe convertirse en un nuevo favorito de los fans.
Por último, otro elemento que me encantó de la película fue su música. Además del tema central romántico y clásico para el superhéroe, Wan y Rupert Gregson-Williams nos ofrecen una banda sonora que evoca películas de ciencia ficción y fantasia de la década de los ochenta. Apoyada fuertemente en sonidos synth y guitarra eléctrica, el resultado es refrescante, ecléctico y muy bienvenido dentro del género.
Lo malo…
Ahora, cabe aclarar que el filme por supuesto no es perfecto e incluye uno que otro problemita que proviene del guión de David Leslie Johnson-McGoldrick y Will Beal. Y es que el mismo incluye unos momentos que caen en territorio demasiado cursi, donde el diálogo resulta empalagoso y otros momentos donde hay brincos en la lógica y la logística de la trama. Aquaman incluye varias secciones que realmente no eran necesarias, que pudieron haber sido recortadas en la mesa de edición.
En fin…
Warner Bros., y el mundo cinematográfico de DC se apuntan una victoria con Aquaman. La misma resulta en una divertida aventura que recorre el globo, por encima y por debajo del mar. James Wan la saca del parque con su visión a grande escala, visuales llamativos y entretenida acción, mientras que Momoa se adueña del superhéroe por completo. Para el agrado de fans casuales y los más fiebrus del DCEU, Aquaman cierra el año en una nota positiva.
OJO: Recuerda quedarte para una escena adicional durante los créditos finales.