Cars 3, la tercera entrega de la exitosa franquicia animada, estrena mañana jueves en cines locales. El decimocuarto filme del estudio de renombre, Pixar, ahora forma parte de una franquicia que ya ha sobrepasado los mil millones de dólares en taquilla mundial y más de $10 mil millones de dólares en ventas de mercancía. Situada en un mundo poblado por vehículos antropomórficos, esta tercera parte cuenta la historia de cómo el protagonista Lightning McQueen, luego de caer, tratará de levantarse y demostrarle a una nueva generación de corredores profesionales que sigue siendo el mejor en el mundo.

Lo bueno…

Cars 3 es básicamente Rocky III, con vehículos sustituyendo humanos y las carreras de coches sustituyendo el boxeo. Y esto causa que el filme termine siendo más emocional y maduro que las entregas anteriores. Al irse por esta línea, la película toca temas como la vejez vs la juventud, el trabajo en equipo vs el egocentrismo, y sucumbir a la presión de la sociedad vs escribir tu propio destino. Sin duda, mucho más interesante y entretenido que el enfoque del primer filme (simplemente tratar de ganar una carrera) y del segundo filme (una aventura alocada de espionaje).

Otro aspecto positivo es que la cinta explora los cambios tecnológicos dentro de los deportes. En este caso, como los vehículos nuevos básicamente dejan obsoletos a los viejos modelos. También, las diferentes maneras que la tecnología ha evolucionado para ayudar a los deportistas en su entrenamiento y preparación.

Como es de costumbre de Pixar, los visuales son excelentes. Dicho trabajo brilla enormemente cada vez que su director, Brian Fee nos sitúa entre una multitud de vehículos en medio de una carrera. Ya sea bajo el sol o bajo la lluvia, los detallados visuales son muy impresionantes. Por ejemplo, la secuencia de acción donde un vehículo se estrella es genial.

Lo malo…

El fallo más grande del filme, es que para ser trabajo de Pixar, el mismo es para nada original. La trama central, en donde nuestro deportista se encuentra en el tope, pierde todo y trata de regresar a la cima, ya lo hemos visto repetidamente en el cine. Añádele que todo es sumamente predecible y el humor no siempre cumple, y lo que tenemos es un guion bastante débil y vago.

En fin…

Cars 3 es la entrega más emocional y madura de la serie. Me recordó mucho a Rocky III. Por lo general, la misma endereza la franquicia, al tocar temas más pesados e interesantes que sus predecesoras. Visualmente elegante y sana, Cars 3 seguramente satisfará a los fans de la serie. Aunque resulte por debajo de los grandes clásicos del estudio, esta secuela sin duda divertirá a chicos y chicas alrededor del mundo.