Luego de 76 años desde su creación, uno de los personajes ficticios más populares de todos los tiempos por fin llega a la pantalla grande. Wonder Woman, el primer filme dedicado en su totalidad a la icónica superheroina ficticia creada en el 1941 por William Moulton Marston y Harry G Peter, funciona como la historia de origen cinemática de la princesa Diana de Themyscira, como también la cuarta entrega dentro del universo cinematográfico de DC Comics y Warner Bros., que comenzó con Man Of Steel en el 2013. Dirigida por la cineasta Patty Jenkins y protagonizada por los actores Gal Gadot y Chris Pine, la cinta cuenta la historia de cómo Diana Prince se convierte en la legendaria Wonder Woman, luego de entrar en contacto con la humanidad durante la Primera Guerra Mundial.

Lo bueno…

La dirección de Patty Jenkins (Monster) es impresionante y estelar. La cineasta no tan solo logra una película con su propia visión e historia independiente, sino que también logra una entrada que encaja perfectamente con lo que ya ha pasado y pasará en el DCEU. Con este filme Jenkins aguanta toda la presión del público y del estudio, y patea todo tipo de traseros con el material en mano. Muchas puertas se abrirán en Hollywood gracias a esta película, y mucho del crédito recae en ella. Jenkins da cátedra a la hora de presentarnos sus secuencias de acción. Da gusto disfrutar del resultado final.

De la mano con esto, otro aspecto muy positivo es el guion a cargo de Allan Heinberg, con Jason Fuchs, Zack Snyder y Geoff Johns involucrados en la historia. El mismo contiene casi el balance perfecto entre la acción, drama y comedia. Wonder Woman contiene más humor que los otros tres filmes anteriores combinados. Y esto es muy bienvenido y refrescante para el DCEU. De la manera en que el guion se enfoca en la deconstrucción de la inocencia y nobleza de Wonder Woman a lo largo de su historia, me pareció excelente. El tema del amor como el arma más poderosa de nuestra heroína, también me pareció gratificante y relevante. Incluso, de la manera en que tocan y explican la mitología de Wonder Woman es digno de admirar.

Y esto me lleva a varios momentos sumamente memorables. Uno de ellos es cuando un grupo de soldados alemanes llega a las orillas de Themyscira y se forma una gran batalla. Ver a las guerreras amazonas en todo su apogeo acabar con el enemigo es increíble. Pero el momento más impactante lo es cuando Diana decide actuar y cruzar “No Man’s Land” en medio de la horrible guerra. Verla en su atuendo de superhéroe, junto a la banda sonora a todo grito, es inspirador y conmovedor. Sin duda una de las mejores secuencias que he visto dentro del género. Miles de niñas quedaran impresionadas con esta secuencia, y para bien.

Otro aspecto que debo resaltar es la hermosa cinematografía de Matthew Jensen. El contraste presentado entre los mundos de Themyscira y la guerra en Europa es fascinante. Al mismo tiempo, la banda sonora de Rupert Gregson-Williams es muy memorable – en momentos poderosa y emocionante, y en otros melancólica y romántica.

Y por supuesto, dentro de las actuaciones, Chris Pine y Gal Gadot son sensacionales. Pine (Star Trek) es buenísimo a la hora de darle vida al personaje de Steve Trevor, espía que se estrella en la costa de Themyscira. Pine, que siempre ha sido un actor muy servicial, aquí se apunta otra victoria al servir como la audiencia dentro de este viaje. Durante la primera mitad del filme se roba el show con su historia “fish out of wáter” al quedar anonadado con el mundo de Themyscira y la misma Diana. Mucho del humor se da gracias a su interpretación. Mientras tanto, Gadot (Batman V Superman) hace tremendo trabajo como Wonder Woman. Para esta nueva generación, ella es Wonder Woman y punto. Además de darnos la fiscalidad del personaje, Gadot muestra su talento para la comedia, mientras nos derrite con su encanto y carisma. Pine y Gadot exhiben tremenda química juntos. Sin uno, el otro no funciona. Wonder Woman funciona grandemente por estos dos personajes y estas dos interpretaciones. En mi libro Steve Trevor y Diana Prince son uno de los mejores dúos en la historia, cuando hablamos de películas de superhéroes y comics. La pareja queda allá arriba con parejas como Clark Kent y Louis Lane. Así de buenos son.

Lo malo…

Uno de los fallos más notables del filme lo es el departamento de los villanos. Tranquilo. Esto suele pasar mucho en este género (hola Marvel). Sin revelar detalles, hay un dúo de villanos presentados en la forma de Dr. Poison (Elena Anaya) y el General Erich Ludendorff (Danny Huston). Aunque los personajes logran su propósito básico de servir como antagonistas y mover la trama hasta su inevitable enfrentamiento con nuestra heroína, ambos nunca registran más que eso. Nunca aprendemos más detalles de sus trasfondos, ni nunca conocemos más sobre las motivaciones de cada uno.

Otro aspecto que no funciona completamente es el área de los efectos visuales. Por supuesto, los que funcionan (la mayoría) son impresionantes e increíbles. Pero en varias ocasiones el CGI de Wonder Woman durante varias batallas puede ser muy marcado, logrando distraer a uno. Por ejemplo, el tercer acto contiene mucho de esta falta.

Y esto me lleva al tercer acto, el más débil del filme. El primer y segundo acto corren muy bien, pero el tercero se le va de las manos un poco a Jenkins y cae en la trampa de la usual batalla “boss battle” del género, lleno de mucha destrucción y fuegos artificiales. Entretenido sin duda, pero comparado al resto del filme, este acto se siente apresurado y frenético.

En fin…

Wonder Woman es divertida, cómica y emocionante, pero más que nada, es conmovedora e inspiradora. Ver el nacimiento de nuestra superhéroe en la pantalla grande es un triunfo – un momento emocional y muy satisfactorio. Llena de secuencias de acción memorables, un humor honesto y un sentimiento de esperanza y nobleza, hacen de esta entrega la más completa y más balanceada de los filmes del DCEU hasta el momento. Incluso, me atrevería a decir que es la mejor. Wonder Woman será la película del verano.