La nueva versión fílmica de Ghost in the Shell llega hoy a cines de la mano de Paramount Pictures. La misma es una adaptación live-action de la película japonesa anime de ciencia ficción del 1995 de Mamoru Oshii, que en si estaba basada en la serie de manga japonesa escrita e ilustrada de Masamune Shirow. Dirigida por Rupert Sanders (Snow White and the Huntsman) y protagonizada por Scarlett Johansson (Her, Under the Skin, Lucy), el filme narra la historia de The Major, un hibrido cyborg-humano femenino que trabaja y dirige un grupo operativo elite de operaciones especiales llamado Sección 9, que se encarga de detener criminales, terroristas y hackers en el 2029.
Lo bueno…
Esta nueva versión live-action es una delicia visual. El trabajo de efectos visuales y diseño de producción es sumamente detallado, imaginativo y maravilloso. Sanders y compañía botan la bola del parque a la hora de recrear el mundo del filme original animado. Este aspecto es sin duda el fuerte de la película. Evocando filmes como Blade Runner y Minority Report, la cinematografía y tiros de establecimiento sobresalen grandemente. De la mano, Sanders logra decentemente todo lo relacionado a las varias secuencias de acción incluidas. El cineasta se luce en ellas, nuevamente recreando al dedo algunos de los “beats” de acción memorables de la original. Por ejemplo, la secuencia en que The Major anda persiguiendo a un criminal hasta confrontarlo sobre el agua, es ejecutada al máximo.
En cuestión de las actuaciones, la actriz Scarlett Johansson logra un decente trabajo como The Major. La misma se luce en las secuencias de acción y en general dándonos un personaje vacío y frio, con una sola meta. Del resto del elenco, cabe mencionar el trabajo del actor Pilou Asbæk como la mano derecha de The Major, Batou y el actor Takeshi Kitano como el líder de Sección 9, Daisuke Aramaki. Ambos son responsables de los pocos momentos bienvenidos de humor en la película.
Lo malo…
Aunque los escritores Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger hacen bastante buen trabajo manteniendo el alma del concepto original, los temas explorados y el tono cyber-punk futurístico, lamentablemente el largometraje no consigue tener ese mismo golpe emocional y psicológico que el filme original. Esto se debe mayormente a que como la historia estrenó en el 1995, y técnicamente desde entonces ha inspirado de alguna manera muchos proyectos como The Matrix, Ex Machina y más reciente el programa Westworld, la trama central e ideas exploradas se sienten cliché y demasiado familiar, en su ejecución. Por lo que todo se siente predecible y escaso de ese gran impacto al final de todo.
De la mano con esto, el tercer acto es el más débil de la cinta. Mayormente uno lleno de acción, aquí el filme no logra ejecutar dicha emoción entre medio de un clímax lleno de disparos, saltos y armas futurísticas. Podemos decir que esta decente adaptación no logra aterrizar sin turbulencia.
Y sobre la controversia de “whitewashing” del proyecto, la realidad es que tiene su mérito en este caso en particular. Para la decente interpretación que Johansson da, mayormente una hueca y robótica requerida por el papel, era fácilmente posible habérsela dado a digamos una actriz asiática desconocida con suficiente talento a lograr lo mismo. Pero, también hay que tener en cuenta que, si fuese así el caso y se hubiese hecho, dicho filme no recaudaría la mitad de lo que recaudará este fin de semana simplemente porque Johansson, una actriz reconocida mundialmente, es la protagonista. Y esto siempre será causa de controversia cuando Hollywood decida adaptar algo grande de otra cultura. De todos modos, aquí dicho casting no empeora o mejora la cinta.
En fin…
Ghost in the Shell es una enorme delicia visual que merece ser vista en la pantalla grande. La misma es una buena adaptación del filme anime del 1995. Además de recrear y establecer el mundo futurístico de la original vía lo último en efectos visuales y un impresionante diseño de producción, esta nueva versión live-action también le añade uno que otro cambio para bien. Lamentablemente, la misma no tiene la misma pegada emocional y/o psicológica que su predecesora sí tuvo. Al final de todo, Ghost in the Shell termina siendo simplemente una decente adaptación hollywoodense.
Ghost in the Shell estrena hoy en cines de Puerto Rico.