The Light Between Oceans es el cuarto filme del cineasta americano Derek Cianfrance, mejor conocido por filmes como Blue Valentine y The Place Beyond the Pines. Este drama romántico de época está basada en la novela homónima del 2012 por M. L. Stedman. Situada en 1926, la misma cuenta la historia de un guardián de faro y su esposa que viven en la costa de Australia occidental, y crían a un bebé que rescataron de un bote a la deriva.
Lo bueno…
En lo que básicamente es su filme más grande, Cianfrance logra una decente dirección. Digo decente solamente, porque creo que su desempeño en filmes anteriores ha sido más original. Aquí el cineasta luce algo aguantado a los parámetros de adaptar el material original. Aquí el mismo explota el lado panorámico de las cosas con tiros hermosos y montajes que parecen un sueño de la vieja guardia. Al mismo tiempo, Cianfrance nuevamente exprime tremendas actuaciones de sus protagonistas.
El actor alemán Michael Fassbender (Steve Jobs, Macbeth) y la actriz sueca Alicia Vikander (Ex Machina, The Danish Girl) logran excelente trabajo como la pareja principal de la historia. Mientas Fassbender es reservado y estoico como “Tom”, Vikander como su esposa “Isabel”, es dulce y leal, pero al mismo tiempo volátil. Ambos muestran tremenda química en la pantalla grande. Y ambos definitivamente saben como derramar una lagrima a la perfección. Aunque pequeña, también cabe mencionar la buenísima y conservada participación de la actriz Rachel Weisz.
Por último, otro aspecto sumamente positivo del filme lo es su fotografía y música. La cinematografía a cargo de Adam Arkapaw (Macbeth, Assassin’s Creed) es espléndida. Y la música a cargo del maestro Alexandre Desplat (Argo, The Gran Budapest Hotel) es conmovedora en su totalidad.
Lo malo…
Uno de los problemas más notables del filme es su larga duración. Y debido al ritmo tan lento de la historia, se siente aun más larga. Creo que Cianfrance y compañía pudieron haber contado dicha historia en menos de dos horas. Este aspecto definitivamente desmotivará a varios.
De la mano con esto, la historia cae en varios momentos en lagunas de repetición, dando vueltas en el mismo sitio. Cianfrance decide repetir algunas acciones o conversaciones, el cual no aportan nada a lo ya establecido anteriormente. Añádele a esto las constantes cartas siendo leídas, que funcionan como narrador. Luego de un rato, este instrumento se torna frustrante.
Ahora, el fallo más grande de la película yace en su decepcionante desenlace. Cianfrance presenta tanto en cuestión de temas adultos, serios e interesantes, pero nunca se toma el tiempo de explorarlos y menos aun, contestarlos concretamente. Luego de darnos dos actos llenos de dinamita y mucha promesa, la explosión en el tercer acto termina siendo no más que un gemido. Lo mismo sucedió en su filme anterior, The Place Beyond the Pines.
En fin…
The Light Between Oceans es posiblemente el filme más débil de Cianfrance, pero al mismo tiempo el más fuerte en el área de lo audiovisual. Las tomas de lejos, los tiros “close ups” extremos, la hermosa fotografía y la banda sonora de Alexandre Desplat, hacen que la cinta triunfe a pesar de varios fallos que amenazan con derrumbarla. Fassbender y Vikander logran excelente trabajo, mostrando inmensa química en la pantalla grande. The Light Between Oceans es una hermosa tragedia. Sugiero que traigan sus pañuelos.
The Light Between Oceans estrena este jueves, 1 de septiembre en cines.