El cineasta puertorriqueño Anthony Nardolillo estrena hoy en cines locales su primer largometraje, Shine: The Movie. La cinta, rodada en menos de 20 días en Nueva York y con un presupuesto cercano a los $400,000 – levantados a través de la plataforma Kickstarter – plantea la historia de dos hermanos puertorriqueños de Harlem, considerados los mejores bailarines de salsa de la calle, que toman caminos diversos tras una tragedia familiar.

Shine: The Movie está en su mejor momento cada vez que su director, Anthony Nardolillo, decide darnos una energética secuencia de baile, llena de buena música, sudor y pasión. Cuando los hermanos bailan juntos o por separado, la cinta toma vida y el espectador no tiene de otra que sucumbir a las movidas de los bailarines profesionales y la música que acompaña. En este departamento destaca la coreografía de Charlie “La Candela” García, Griselle “Mambo Diva Ponce” y Osmar “Yamulee” Peronnes.

En cuestión de las actuaciones, los actores Jorge Burgos y Gilbert Saldivar cumplen como los hermanos protagónicos Ralphi y Junior, mientras que la actriz Kimberli Flores tampoco decepciona como Josie. Sin embargo, es David Zayas quien realmente carga con el peso emocional de la propuesta como Ramón, padres de los protagonistas.

Otro fuerte de la cinta son los diferentes temas que Nardolillo explora. Shine: The Movie toca la gentrificación, el choque de culturas y el valor de la familia. Aunque dicha ejecución no resulta tan buena, sí se puede apreciar el objetivo del director detrás de todo el baile y música.

No obstante, el peor enemigo del filme es el guión de Corey Deshon, Ahmadu Garba y Nardolillo mismo. El libreto es débil y soso, sufriendo de escenas que se repiten y una trama que se estanca en varios momentos. Por ejemplo, la cinta contiene múltiples escenas que consisten de peleas entre los hermanos y/o un personaje visitando a otro personaje. Este ejercicio se torna algo tedioso y el impacto emocional se va perdiendo. Adicional a esto, la trama en general es una que ya hemos visto anteriormente en otras películas, en donde un espectacular baile surge con propósito de salvar un local o barrio.

Cabe mencionar entre lo negativo también la banda sonora de la cinta. Consistiendo mayormente de cuerdas, la misma aparece constantemente en todo momento melodramático. Similar a las escenas que se repiten, aquí la música se nota forzada, tratando de elevar lo sentimental, que usualmente no existe. Lamentablemente, dicha dinámica no funciona.

A fin de cuentas, Shine: The Movie termina siendo una decente opera prima para Anthony Nardolillo, en donde su talento por montar y filmar secuencias de bailes sobresale. Y aunque la historia, mayormente comentario social, no está a la misma altura de lo movido, el producto final sí nos ofrece un vistazo al talento y compromiso de todos los envueltos, orgullosos de sus raíces y costumbres.