Hoy estrena en los cines de la isla el largometraje de suspenso y ciencia ficción, Morgan. Esta nueva oferta de 20th Century Fox, es el primer filme dirigido por Luke Scott, hijo del aclamado cineasta Ridley Scott (Alien, Blade Runner). La misma cuenta con los actores Kate Mara, Paul Giamatti, Anya Taylor-Joy y Brian Cox, y narra la historia de Lee Weathers, consultora de situaciones de riesgos para una empresa privada, que debe decidir si interrumpir o no a un ser humanoide creado artificialmente.
Lo bueno…
Por encima, Morgan contiene todo los elementos de un B-movie que entretiene. Aunque agotada, la premisa sigue siendo una solida. No hay duda de que los mejores momentos de la cinta son en los que Morgan es puesta aprueba, para poder comprender los “glitches” que esta teniendo. La más memorable incluye al actor Paul Giamatti (Sideways, Straight Outta Compton) quien es traído, como Dr. Alan Shapiro, para hacerle una prueba sicológica a Morgan. Aunque corta, su participación es genial y energética. Ver a Anya Taylor-Joy (The Witch) irse mano-a-mano con un veterano como Giamatti es entretenido. Sin duda la actriz es la nota más sobresaliente y positiva del filme.
Lo malo…
Lamentablemente el director y compañía deciden llevar la premisa interesante presentada por otro camino: uno por la vía de la acción y de revelaciones sin impacto. En vez de aprovechar la oportunidad de plantear algo nuevo y original en el género, Scott y su escritor Seth W. Owen deciden recostarse de cosas que ya hemos experimentado en montones de filmes anteriormente. Añádele un guión lleno de exposición constante, personajes sin desarrollo y un twist sin impacto.
Lamentablemente, la acción en Morgan es bastante decepcionante. En gran parte porque Scott decide filmar la acción de manera brusca y demasiada de cerca. La edición en las mismas es tan mala que saca a uno por completo y arruina la experiencia. Por gran parte de ellas uno no puede apreciar y entender que es lo que esta pasando en ellas.
En fin…
No se puede negar que Morgan entretiene, pero esto no significa que sea un buen filme. El mismo desea ser tantas cosas, que se pierde a lo largo del camino. En momentos quiere ser una película para el individuo pensante, y en otras una cinta de acción que no sabe cuando parar. El resultado es una cinta desbalanceada, aburrida y bastante predecible, que en ocasiones te despierta con sus secuencias de acción mal elaboradas. La buena premisa de Morgan ya la hemos visto anteriormente, mejor desarrollada y en mejores filmes.