Por fin tuve la oportunidad de ver Yo Soy un Político, el nuevo filme local que estrenó el jueves pasado en cines del país. La misma funciona como la secuela espiritual de I Am a Director del 2012 y reúne a los talentos puertorriqueños: el director/escritor Javier Colón y el actor Carlos Marchand. En aquel filme el personaje de “Carlos” aventura en lograr rodar su primera película, mientras que en esta decide tirarse de pecho y correr para la gobernación de Puerto Rico.
Lo bueno…
Nuevamente caminando por la vía del mockumentary, Yo Soy un Político es una tremenda pieza moderna que explora los aspectos más ridículos y vergonzosos sobre el estado de la política en el país. Desde el brinca y brinca entre partidos, hasta los ridículos comerciales, la cinta se luce a la hora de mofarse de la política y todo lo que esta ha arrastrado a lo largo de los años. Aunque nuevamente se apoya de una premisa simple y tonta, el guión a cargo de Javier Colón y Susana Matos es lo suficiente enérgico y astuto para mantener las cosas entretenidas e interesantes.
Otro aspecto positivo del largometraje es el reparto que incluye. Compuesto por actores como Lillian Hurst, Denise Quiñones y Efraín López Neris, el elenco es muy servicial y logra buen trabajo. Ahora, es el protagonista Carlos Marchand quien carga con la mayoría del peso. Sin su excelente rendición del tonto, ignorante, vago y desconsiderado “Carlos”, el filme simplemente no funciona. Marchand hace tremendo trabajo, logrando que el espectador sienta empatía por un personaje que en papel no se lo merece. Incluso, el actor logra que uno hasta apueste al personaje.
Cabe mencionar el trabajo de Jay Fonseca, que se divierte relajándose a si mismo, y Diego de la Texeira, que la saca del parque como “Cangri”, el mentor encarcelado de “Carlos”. Pero, quien realmente se roba la película es el actor Carlos Santos, con su interpretación de “Mickey Gómez”, contrincante y candidato por el partido Popular. El mismo es genial en este papel secundario y sus interacciones con Marchand y Fonseca son lo mejor del filme – las mismas son responsables de la mayoría de las risas. Santos impresiona bastante aquí.
Lo malo…
El problema más grande de la cinta es que su premisa y chistes recurrentes van perdiendo impacto a lo largo del tramo. Ya para la mitad del filme, el gato queda fuera de la bolsa, y no queda mucho por explorar. Esto es más evidente durante el segundo acto, pues el filme se estanca de vez en cuando y/o mantiene la cámara enfocada por tiempo de más en escenas que no lo justifican. Aunque el filme sí es cómico, muchos de los gags y chistes nunca logran aterrizar como deben. Y esto sucede más de lo que en realidad debería. También, el guión toca temas superficialmente – nunca explorándolos con más detalles. Al filme constantemente moverse de un lado a otro, no hay tiempo para esto. Quizás una oportunidad desaprovechada.
Estas fallas son más marcadas para todo aquel que anteriormente vio I Am A Director. Básicamente es la misma formula, pero usada en otra arena. Luego de un rato se torna repetitivo en ambos filmes.
En fin…
Aunque no iguala a su predecesora en calidad, Yo Soy un Político logra vencer sus fallas gracias a un elenco servicial liderado por Carlos Marchand y un humor inteligente, rápido y al día. Yo Soy un Político termina siendo una entretenida, graciosísima y muy bienvenida sátira sobre el mundo de la política en Puerto Rico. La misma te hará reír y reflexionar sobre nuestra política – y más durante este año de elecciones.