Este jueves estrena en cines la nueva apuesta cinematográfica de Disney, The Jungle Book. Esta nueva versión “live-action”, inspirada principalmente en la colección de cuentos de niños por Rudyard Kipling del 1894 y en gran parte por la versión animada del 1967, funciona como una reimaginación que se apoya de lo último en la magia de los efectos visuales. The Jungle Book nos cuenta la historia de Mowgli, un niño que es criado por una manada de lobos en las junglas de India. El mismo se ve obligado a abandonar lo único que conoce y emprender en un viaje de descubrimiento interno y externo.
Lo bueno…
No cabe duda de que el fuerte del largometraje yace en su excelente desempeño en el departamento de efectos visuales. Completamente filmada en estudios de casa en Los Ángeles, The Jungle Book nos presenta el avance en VFX más significativo en la industria desde que filmes como Avatar, Life of Pi y Rise/Dawn Planet of the Apes lo hicieron. El mundo que el director Jon Favreau (Iron Man) ha creado es uno espectacular, lleno de colores y un inmersivo lujo de detalle. Nada más por esto, el preció de admisión vale la pena. En varios instantes, la cinta te dejará con la boca abierta.
Otro gran acierto del filme lo es el trabajo de voces. El elenco que Disney ha reunido en esta ocasión es uno increíble. El mismo incluye a Giancarlo Esposito, Lupita Nyong’o, Scarlett Johansson, Christopher Walken y Ben Kingsley. Entre estos, son los actores Bill Murray y Idris Elba quienes realmente sobresalen en sus respectivos roles. Murray es perfecto como el cómodo y relajado oso “Baloo”, mientras que Elba se roba el show como el villano de la historia, el temible tigre de Bengala, Shere Khan. En esta ocasión dicho villano termina siendo más efectivo y memorable que en pasadas iteraciones.
Lo malo…
Entre los fallos más marcados del filme, sobresale el aspecto del guión a cargo de Justin Marks. Aunque el mismo sigue la trama básica de la del 1967, su libreto favorece más la acción que los momentos de levedad. También, solo dos canciones permanecen, “Bare Necessities” y “I Wanna Be Like You”. Ambas se sienten fuera de lugar dentro del filme – como si pertenecieran a otra película. Esto se debe más que nada a que la cinta se apoya por completo en seguir a Mowgli. Este cambio en tono, entre secuencias de acción violentas entre animales a canciones divertidas y felices, es demasiado marcado.
Otra debilidad de la cinta lo es la interpretación de Mowgli por el joven actor Neel Sethi. Aquí su actuación no es tan fuerte para sostener el filme por completo. La culpa no recae completamente en él, ya que para un actor tan joven no debe ser nada fácil trabajar frente a solo pantallas verdes y actores en trajes de “motion capture”. Pero su personaje en demasiadas ocasiones se ahoga en un mundo de logros técnicos.
En fin…
Esta nueva versión de The Jungle Book es una impresionante maravilla visual. Los efectos visuales te dejarán con la boca abierta. Aunque carece del encanto de la del 1967, esta iteración sí termina funcionando gracias al extraordinario mundo que Favreau y compañía han creado y por el trabajo de voz del tremendo elenco. Con The Jungle Book, Disney se apunta otra victoria en el cine.
The Jungle Book estrena este jueves, 14 de abril en cines de Puerto Rico.