Los Ángeles – Uno de los estreno más esperados del año, The Irishman, estrena mañana en cines Fine Arts. La más reciente propuesta del maestro director Martin Scorsese, llega a salas puertorriqueñas antes de debutar exclusivamente en la plataforma de streaming de Netflix el próximo 27 de noviembre. Con un presupuesto de aproximadamente $160 millones y una duración de tres horas y media, The Irishman estuvo estancada en desarrollo aproximadamente 10 años. Protagonizada por los actores Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, la cinta narra la historia de Frank Sheeran, veterano de la segunda guerra mundial, que termina trabajando como asesino a sueldo para la familia Bufalino y luego para el líder sindical Jimmy Hoffa.

En papel, The Irishman es una proyecto que no debería funcionar. Con un sinnúmero de obstáculos de por medio, que incluyen un exorbitante presupuesto y cuestionable uso de efectos visuales para rejuvenecer sus actores, lograr The Irishman sin duda fue una misión cuesta arriba. Pero a fin de cuentas, el legendario cineasta Martin Scorsese y su mega grupo de viejos colegas y amigos, lo lograron. The Irishman es una de las mejores películas del año y merecedora de elogios durante la época de premios que se avecina. 

Entre los grandes aciertos del filme (y hay muchos), se encuentra la excepcional dirección del maestro Scorsese. Conocido por filmes como GoodfellasCasino y The Wolf of Wall Street, Scorsese no decepciona al nuevamente entrar en territorio de gangsters, avaricia y violencia. Su sólida adaptación del libro “I Heard You Paint Houses” de Charles Brandt contiene todo lo que amamos de su estilo – desde sus clásicos tiros de cámara hasta su contagioso y veloz ritmo en edición. Pero con The Irishman, Scorsese va más allá. Aquí sentimos un director que reflexiona sobre el legado de varios personajes que le dieron forma a la historia de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, sentimos un director que reflexiona sobre su propio legado dentro de la historia del cine, tomando la oportunidad de contestarle a quienes han criticado fuertemente su filmografía. Scorsese hace hincapié en temas como el paso del tiempo, la mortalidad, la lealtad, el remordimiento y el efecto que nuestras decisiones tienen sobre las personas que nos rodean – especialmente la familia. En The Irishman, Scorsese brilla luz sobre la última fase en las vidas de estos personajes, cerrando con un tercer acto melancólico y meditativo, que se aprecia grandemente.

En las actuaciones, De Niro (Taxi Driver, Heat) facilmente da su mejor actuación en años, interpretando a Frank Sheeran. Su trabajo aquí es sutil y reservado, dejando que sus ojos funcionen como puerta al personaje. Mientras tanto, Al Pacino (The Godfather, Heat) se roba cada segundo en el que aparece como la figura controversial Jimmy Hoffa. Ya sea gritando sobre los Kennedys o constantemente comiendo mantecado, Pacino es fantástico como una figura que resulta fascinante y trágica al mismo tiempo. Por último, es Joe Pesci (Goodfellas, Casino), veterano que Scorsese tuvo que convencer saliera del retiro para esta película, quien brilla grandemente en The Irishman. Su interpretación del líder Russell Bufalino es sensacional, dándonos un personaje cariñoso y respetado, que intimida simplemente con su mirada. El trabajo de Pesci aquí es memorable, ya que es completamente diferente a los clásicos personajes temperamentales y violentos que nos ha regalado anteriormente. Tener a Pesci de regreso realmente es un privilegio para los amantes de buen cine.

Ahora, cabe mencionar que la película sí tarda un poco en arrancar, pero que dentro de sus tres horas y media de duración, la cinta nunca se siente aburrida. Algo similar se puede decir sobre los comentados efectos visuales. El efecto de rejuvenecer a los protagonistas sí distrae durante los primeros 10 a 15 minutos, pero luego de esto uno se acostumbra y no interfieren más.

En fin, The Irishman es un triunfo total para Netflix, al igual que para su director y estrellas. La cinta funciona como una mezcla entre las mejores cualidades de la filmografía de Scorsese y lo mejor del talento de De Niro, Pacino y Pesci. En adición a esto, The Irishman se siente como el final de una era. No tan solo porque posiblemente sea la última colaboración entre estas leyendas del cine, sino porque también se siente como si fuese un cierre para el cine épico de gangsters. Y con mucha razón, The Irishman posiblemente lo será para muchos.