
Este jueves por fin llega a cines del país, Once Upon a Time in Hollywood, la nueva película del cineasta americano, Quentin Tarantino. Reconocido por muchos como uno de los mejores directores de nuestra era, el también escritor es responsable de excelentes filmes como Pulp Fiction (1994), Inglourious Basterds (2009) y Django Unchained (2012). Situada en Los Ángeles en 1969, la novena película de Tarantino narra la historia de un actor de televisión desvaído y su doble que tratan de sobrevivir la siempre cambiante industria cinematográfica de Hollywood. La cinta es protagonizada por Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie.
Lo bueno…
Once Upon a Time in Hollywood es básicamente una carta de amor de Tarantino al Hollywood de antaño. En ella los protagonistas tratan de mantenerse relevantes entre la Edad de Oro de Hollywood y época del Nuevo Hollywood. Su más reciente filme es su más nostálgico, maduro y relajado hasta el momento. En ella Tarantino paga tributo y respeto a una era que lo enamoró y otra que lo vio crecer. Junto a la impecable fotografía de Robert Richardson, Tarantino increíblemente recrea el Los Ángeles de aquel momento, incluyendo locales emblemáticos como restaurantes, clubes y cines. Y esta hazaña merece ser vista en la pantalla grande.
El otro gran acierto es el dúo de actores veteranos, Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, quienes elevan el filme por completo. DiCaprio es sensacional como Rick Dalton, el inseguro actor lidiando con su existencia y legado, mientras que Pitt da una de sus mejores actuaciones en años como Cliff Booth, viejo amigo de Dalton y su doble a la hora de filmar. Ambos actores brillan en la pantalla grande y mantienen a la audiencia invertida en sus personajes, incluso cuando la historia flaquea.

Lo malo…
Dicho esto, la historia presentada resulta entre las más débiles del director. Desenfocada y serpenteante, la trama realmente es más una reflección y tributo a aquella época, que cualquier otra cosa. En varios instantes la cinta cae en la repetición y su duración de 161 minutos se siente larga. El guión no incluye casi de aquel diálogo certero, veloz y vulgar que siempre forma parte de sus filmes. Y el libreto tampoco incluye mucho de la usual tensión que domina y caracteriza la mayoría de su filmografía. En otras palabras, esta es su película menos Tarantino hasta el momento.

En fin…
Once Upon a Time in Hollywood quizás no está entre las mejores películas de su impresionante carrera, pero sigue siendo una mega producción de alta calidad y creada con mucha pasión por uno de los mejores directores hoy día. Si Tarantino saca un nuevo filme, hay que verlo. Así de sencillo.

